El esperado acuerdo del jardinero de origen cubano J.D. Martínez y los Medias Rojas de Boston se alcanzó después que ambas partes aceptaron la firma de un contrato por cinco años y 110 millones de dólares.
El parsimonioso cortejo entre el agente libre más deseado que quedaba en la lista y un equipo necesitado de un bate de poder acabó hoy con el acuerdo, que se espera sea dado a conocer por el equipo en los próximos días.
Antes el jugador tendrá que pasar el obligatorio examen médico y que el equipo lo presente de manera oficial.
Lo más destacado del acuerdo es que Martínez mantendrá el derecho de salirse del contrato después que haya cumplido las tres primeras temporada y podrá volver a ser agente libre si lo desea.
Desde que el pasado noviembre Martínez, que la pasada temporada jugó primero con los Tigres de Detroit y luego con los Diamondbacks de Arizona, se convirtió en agente libre, los Medias Rojas siempre habían sido el equipo que buscaba sus servicios.
Martínez, de 30 años, que se formó con los Astros de Houston, con los que jugó sus tres primeras temporadas como profesional, para luego ir traspasado a los Tigres de Detroit, modificó su swing para mejor su ángulo al batear y se convirtió en uno de los toleteros más temidos en las mayores.
Los Medias Rojas buscaban añadir poder a una alineación que quedó en el último lugar de la Americana con 168 cuadrangulares.
La adquisición permite a los Medias Rojas responder al golpe sobre la mesa que sus principales rivales, los Yanquis de Nueva York, dieron en diciembre cuando se aprovecharon del traspaso que los Marlins de Miami le pusieron en bandeja para que consiguiesen al toletero de origen boricua Giancarlo Stanton.
Los Yanquis, que quedaron dos juegos detrás de Boston en la división el año pasado, obtuvieron a Stanton, quien lideró las mayores con 59 cuadrangulares.
Martínez bateó para .303 con 45 jonrones y 104 impulsadas el año pasado para Detroit y Arizona, que le adquirió el 18 de julio por tres prospectos.
El toletero de origen cubano, que nació en Miami, conectó 29 jonrones y remolcó 65 carreras en 62 juegos con los Diamondbacks, incluyendo un partido en el que acabó con cuatro vuelacercas.
El año pasado jugó 119 partidos, 112 partidos como titular en la posición del jardín derecho y consiguió .303 de promedio de bateo con 1.066 de OPS.
Pero con los Medias Rojas se perfila como el bateador designado, lo que obligaría a que dominicano Hanley Ramírez tenga que alternarse con Mitch Moreland en la primera base.
Bateador derecho, que empezó su carrera con los Astros en 2011 después que lo seleccionaron con el número 20, Martínez solo ha disputado siete juegos en el Fenway Park, con promedio de .444 (12 imparables en 27 turnos) sin impulsadas.
Ahora su producción debe beneficiarse al apuntarle en dirección al Monstruo Verde en el bosque izquierdo.
El nuevo piloto de los Medias Rojas, el puertorriqueño Alex Cora, desea que Mookie Betts sea el bateador inicial y Andrew Benintendi le siga, dejando el tercer puesto abierto para Martínez que le de protección a los dos jóvenes talentos que tiene el equipo.
Además Martínez se va a reunir con dos excompañeros que tuvo cuando jugó con los Tigres como son los lanzadores estelares Rick Porcello y David Price.
Martínez sobresalía dentro de un lote de prominentes agentes libres que seguía sin contratos al iniciar la semana, algo que no ha gustado al sindicato de jugadores, que consideran que los dueños han estado dilatando los contratos para sacar beneficio.
Antes del fichaje de Martínez se dio el del primera base Eric Hosmer que lo hizo con los Padres de San Diego por un contrato de ocho temporadas y 136 millones de dólares, el mayor en la historia del equipo californiano de la Liga Nacional.
Junto a Hosmer, su excompañero con los Reales de Kansas City, el tercera base Mike Moustakas y los lanzadores, el derecho de origen puertorriqueño Jake Arrieta, y Alex Cobb, todavía se encuentran en la lista de los que han podido encontrar equipo.