Es conocido que en ciertas etapas de nuestra vida o circunstancias, nuestra lubricación vaginal pueda fallar y es lo que se traduce en la sequedad vaginal. Existen diferentes causas para que esto ocurra como el uso de medicamentos anticolinérgicos que se prescriben en los trastornos gastrointestinales, antihipertensivos, algunos anticonceptivos hormonales y antidepresivos, también ésta se puede presentar en la etapa del post parto, pacientes diabéticas, enfermedad de Sjögren y en la etapa de la perimenopausia o climaterio, menopausia y postmenopausia.
Como ven, no es netamente en la vejez cuando podemos presentar esta falla de lubricación sino que se puede presentar en jóvenes; por supuesto, muchas de ellas serán transitorias pero no por eso le debemos restar importancia.
Cuando ocurre la sequedad vaginal puede llegar a perturbar tu calidad de vida, relación de pareja y vida social. El permanecer con este síntoma tan molesto puede llevarte a tener dolor durante las relaciones sexuales, infecciones vaginales e infecciones urinarias en ocasiones recurrentes o a enfermedades en la vulva.
De esta manera es importante velar por nuestra salud vaginal manteniendo las condiciones fisiológicas adecuadas a la evolución de la mujer, que no presente sintomatología local y permita una vida sexual satisfactoria.
Con frecuencia se ha presentado la confusión para el tratamiento de la sequedad vaginal, este debe estar enfocado de acuerdo a la causa, pero existen tratamientos como los lubricantes e hidratantes que pueden ayudar, si lo usamos de manera correcta.
La diferencia entre ellos radica en que el lubricante (lo encontramos así con este nombre) está hecho para ser usado esporádicamente, solo durante las relaciones sexuales, facilitando la penetración y reduciendo la posibilidad de lesiones o fisuras sobre todo en la entrada de la vagina, de esta manera se puede evitar el dolor. No es para uso habitual y por lo general está compuesto de agua, glicerol, humectante natural.
En el caso del hidratante vaginal mantiene la humedad de forma constante, formulados para ser utilizados de manera continua y se puede incluir dentro de nuestros cuidados habituales, además se puede utilizar durante las relaciones sexuales, con un ejercitador pélvicos y estimuladores. El hidratante debe ser lo más natural posible, hipo alergénico, que respete el pH natural de la vagina y puede tener propiedades antibacterianas.
Cuando son a base de ácido hialurónico incluso pueden mejorar la elasticidad y la flexibilidad a través de la hidratación del tejido, sobre todo en las mujeres que se encuentran en el período de la menopausia y postmenopausia.
Así que lo recomendable es que si te encuentras en una etapa en donde hay falla en la lubricación de forma constante, te puedes apoyar con el uso del hidratante vaginal, pero no olvides consultarlo con tu médico.
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