Luis Lacalle Pou. (Cortesía)

Uruguay finaliza este domingo 15 años de gobiernos de izquierda con la asunción del liberal Luis Lacalle Pou, quien llega a la Presidencia con la promesa de bajar el gasto público, reducir la inseguridad y facilitar la inmigración.

El líder del centroderechista Partido Nacional, quien logró desbancar del poder al Frente Amplio con una coalición de cinco fuerzas políticas que van desde el centro hasta una derecha más radical, recibirá la banda presidencial de manos del mandatario saliente Tabaré Vázquez en la montevideana plaza Independencia.

Más temprano, en el Palacio Legislativo, sede del Parlamento, el ex presidente José Mujica le tomará juramento de honor a la fórmula presidencial ante todos los legisladores.

Mujica asumirá esta tarea como presidente de la Asamblea General, cargo que, tras la asunción, pasará a desempeñar la nueva vicepresidenta, Beatriz Argimó.

Lacalle Pou, abogado, de 46 años de edad y quien durante dos décadas ejerció como legislador, llega a la Presidencia en su segundo intento luego de derrotar en noviembre al candidato oficialista Daniel Martínez en balotaje por una diferencia de 1,5% de los votos.

Tras el juramento, se trasladará a la plaza Independencia en un Ford V8 de 1937 que perteneció a su bisabuelo Luis Alberto de Herrera, un histórico caudillo del PN.

El vehículo también lo utilizó su padre, el ex presidente Luis Alberto Lacalle (1990-1995) el día que asumió.

Cientos de jinetes simpatizantes del PN, que llegaron a la ciudad con sus caballos desde diferentes puntos del país, acompañarán la ceremonia.

Desafíos y primer paro

Lacalle Pou, que asume la Presidencia en un país con una economía estancada, un déficit fiscal de 4,6% y un aumento del desempleo, anunció que tomará medidas inmediatas en varios frentes: desde reducir el gasto público hasta facilitar la inmigración o combatir la inseguridad.

Uno de sus primeros desafíos será que se apruebe la Ley de Urgente Consideración, con 457 artículos que tratan asuntos como la seguridad, la economía y la educación.

Este proyecto, que el Parlamento debería aprobar en un máximo de 90 días, ya generó protestas desde varios sectores y llevó al sindicato docente a convocar un paro para el 12 de marzo.

Incluso integrantes de la coalición gobernante formada por el PN, el Partido Colorado, Cabildo Abierto, el Partido de la Gente y el Partido Independiente, han presentado reparos al borrador.

El mandatario entrante también anunció su intención de implementar cambios radicales en política exterior, lo que se evidenció en las invitaciones cursadas para su investidura, donde quedaron excluidos los presidentes izquierdistas de Cuba, Nicaragua y Venezuela, a cuyo gobernante, Nicolás Maduro, tildó de dictador.

Estarán, en cambio, los presidentes derechistas de Brasil, Colombia, Paraguay y Chile. También el rey Felipe VI de España, a quien Lacalle Pou agasajó el sábado con un asado en su hogar.

El presidente argentino, Alberto Fernández, se excusó de participar alegando que el mismo día inaugura las sesiones ordinarias del Congreso en su país.

La despedida

La salida de Vázquez, al término de su segundo mandato, cierra tres gobiernos consecutivos del FA.

El ciclo progresista culmina marcado por la aprobación de sonadas leyes sociales, como la regulación del consumo de marihuana, del aborto y del matrimonio entre personas del mismo sexo, pero también por el aumento de los salarios y jubilaciones, la ampliación del acceso a la salud, una fuerte baja de la pobreza y períodos de crecimiento récord del PIB.

Sin embargo, un último quinquenio con estancamiento de la economía, subida del desempleo y aumento de la inseguridad ayudan a explicar su derrota en las últimas elecciones.

«Uruguay nunca entró en recesión y tuvo 16 años de crecimiento ininterrumpido con la mejor distribución de la riqueza en América Latina», dijo Vázquez el viernes en la noche.

«Crecimiento económico con justicia social es el legado político de los tres gobiernos del FA y vamos a ser fieles custodios de que se respete y no se vaya para atrás en los derechos», insistió el presidente saliente.

Destacó la paz social del país en una región convulsa y se despidió con un exhorto a los frenteamplistas: «Les pido de corazón, les ruego, que no se rindan».

Vázquez, un oncólogo que hizo de la lucha contra el tabaquismo una de sus máximas banderas, expresó en octubre su esperanza y deseo de poder traspasar el poder a quien fuera su sucesor, luego de que se le diagnosticara cáncer de pulmón.

De acuerdo con los últimos reportes, respondió bien al tratamiento y este domingo el mandatario le colocará la banda presidencial al mismo rival que venció en las elecciones de 2014.




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