Este viernes, el judoca venezolano Marcos Blanco consiguió el segundo diploma para la delegación nacional en los presentes Juegos Paralímpicos Tokio 2020, al culminar de quinto lugar en el judo adaptado (discapacidad visual).
El deportista criollo cerró un debut notable en unas paralimpiadas, pues se impuso a rivales de gran envergadura. En la primera ronda, derrotó al subcampeón mundial Isshak Ouldkoider, representante de Argelia, con un Waza Ari a los 23 segundos de la contienda. Este triunfo le aseguraba la obtención del mismo certificado.
Luego, Blanco venció a nada menos que el vigente campeón paralímpico Sherzod Namozov, proveniente de Uzbekistán, con un nuevo Waza Ari a los 32 segundos. En instancias semifinales, cayó frente al kazajo Anuar Sariyev, cuarto en el ranking mundial, por lo cual el venezolano pasó a disputar la medalla de bronce. En dicho duelo, cedió ante el turco Ciftci Recep mediante un ippon.
De esta forma, el judoca B1 (ceguera total) se adjudicó el segundo certificado nacional en las paralimpiadas, tras el logrado por la levantadora de potencia Oriana Terán en la pasada jornada. Esto, sumándole la presea de bronce conseguida por Clara Fuentes en la misma modalidad.
Aún resta por competir Héctor Espinoza en la división de los -90 kilogramos, quien es el segundo atleta clasificado en el judo.