La coordinadora de Vente Venezuela en Valencia, María Teresa Morín, se unió a las voces de los historiadores de Valencia, al denunciar que el gobernador de Carabobo, Rafael Lacava y el alcalde Alejandro Marvez, están destruyendo el patrimonio histórico y cultural del municipio al cambiarle el nombre y alterar la arquitectura de la Plaza Cristóbal Mendoza, que ahora pretende ser convertida en un monumento a las tinieblas y que será bautizada “Plaza Drácula”.
“Vemos con mucha preocupación toda la destrucción que se ha estado cometiendo en esta plaza que tiene Premio Nacional de Arquitectura en el año 1977, otorgado a su autor Pedro Mateo, y que ahora pretenden convertir en una ‘plaza de rumbas’ como lo ha confesado el propio Lacava en sus redes sociales”, denunció Morín.
La dirigente recordó que en este espacio creado en la década de los 70 y remodelado en la gestión del ex alcalde Francisco “Paco” Cabrera, hay obras muy valiosas como la “Cromovela” del maestro Carlos Cruz-Diez, la escultura “Bandera” de Pedro Barreto que está elaborada en mármol blanco de carrara, una escultura de Cristóbal Mendoza y el único reloj de sol de la ciudad, que además es uno de los pocos que hay en Venezuela.
“Con sus intenciones de convertir la Plaza Cristóbal Mendoza en un espacio para fiestas nocturnas, consumo de licor y venta de alimentos, Rafael Lacava y Alejandro Marvez están colocando en riesgo piezas invaluables de nuestro municipio por lo que exigimos que se detengan todos estos trabajos y se respete el patrimonio de nuestra ciudad”, recalcó la defensora cultural.
María Teresa Morín desaprueba que el parque infantil de la plaza haya sido removido para construir una especie de “calle del hambre”, y recordó que en el lugar también hay una fuente con fibra óptica que permitía el cambio de colores de las luces que la iluminan, que ahora igualmente está en riesgo.
De igual forma, señaló que hay un espacio diseñado para que funcione una galería para los artistas jóvenes de la ciudad y que al concluir la gestión del ex alcalde Francisco “Paco” Cabrera, había quedado lista para ser inaugurada, sin embargo, esto no ocurrió en ninguna de las gestiones siguientes.
“En la gestión de Edgardo Parra, este espacio destinado a ser una galería, lo convirtieron en una supuesta universidad y luego en la gestión de Miguel Cocchiola, lo transformaron en una sede de la policía y finalmente colocaron allí oficinas del Instituto Municipal de Valencia, ignorando irresponsablemente el verdadero propósito de esta infraestructura”, sentenció Morín.
La dirigente se mostró preocupada por el destino del lugar “especialmente ahora que Edgardo Parra es uno de los asesores de la alcaldía, siendo él uno de los responsables de la destrucción de la ciudad y de la inutilización de estos espacios para el arte”.
Morín sostuvo que además la plaza –que ahora tiene una valla gigante haciendo honor a las tinieblas con un murciélago, aún y cuando está ubicada junto a una Iglesia- contaba con una pérgola diseñada para que funcionara un nuevo “Perecito”, es decir, una tradicional lunchería que serviría como peña intelectual para los artistas de Valencia, junto a una galería para los jóvenes de la ciudad.
“Frente a todo este irrespeto llamamos a los valencianos a unirnos más que nunca y exigir que se respete el patrimonio de nuestra ciudad”, enfatizó Morín quien instó a la Sociedad Amigos de Valencia, intelectuales, defensores del patrimonio y organizaciones en general a pronunciarse frente a lo que calificó como un abuso y atropello por parte de los funcionarios.
“Tenemos que continuar con la presión frente a un régimen que atropella los derechos de los venezolanos. Por eso debemos seguir en la lucha hasta lograr el cambio que toda Venezuela necesita”, convocó.
Nota de Prensa