La crisis económica en Venezuela comienza a golpear a todos por igual, exceptuando a los sectores especulativos y a la élite política que se viene beneficiando de los errores del gobierno en los últimos años, atestiguó Miguel Pineda, economista y docente en el área de Políticas Públicas y Desarrollo Socio-educativo de la Universidad de Carabobo.
Pineda señaló que medidas como el nuevo aumento salarial y el incremento del bono de alimentación vigentes a partir del 1° de julio, la emisión de dinero inorgánico expresado en el nuevo cono monetario, con la coexistencia de billetes que ya deberían estar fuera de circulación, revelan una total desconexión de la política económica con los sectores productivos.
El también promotor de la Universidad Comunitaria del Sur de Valencia (UCSV), destacó que en un estado hipertrofiado, todas estas decisiones conducen a generar un clima de confianza tan necesario en este momento de contracción económica, cerrando la posibilidad de nuevos empleos productivos. “El sector privado con una medida económica por decreto presidencial, como ya es costumbre, queda prácticamente en la orfandad al no poder cumplir con los compromisos adquiridos con la nómina de sus obreros y empleados, dejándolos al borde de la quiebra con un nivel de incertidumbre muy pronunciado”.
Pineda insistió que el nuevo esquema cambiario es muy limitado dado el nivel mínimo de la oferta de divisas, en contraposición con una gran demanda para la adquisición de insumos importados, la cual no puede cubrir, fortaleciendo así el dólar paralelo, disparando la inflación y especulación por la escases que se viene generando en toda la cadena de distribución de bienes y servicios”.
Según Pineda, el nuevo decreto de aumento salarial en un 50% no contribuye a cumplir con la agenda económica anunciada por el presidente de la República a principios de año, y solo conllevará a la profundización de la crisis económica, elevando los niveles de conflictividad política y social para lo que resta del 2017.
Propuestas a corto plazo
Miguel Pineda insiste en el diálogo consensuado entre la clase obrera, los sectores productivos en las diversas áreas agroalimentarias, la pequeña y mediana industria y el gobierno, para impulsar un plan económico el próximo cuatrimestre 2017, de lo contrario será la violencia, hambruna, desempleo e hiperinflación lo que prevalecerá”.
Miguel Pineda reiteró que el nuevo ajuste salarial devorará la oferta y creará una situación especulativa e hiperinflacionaria que ninguna emisión monetaria logrará equilibrar, si no se corrige la política monetaria y se deja que la divisa fluctué libremente. “Insistimos que el gobierno Nacional debe redefinir el pago de la deuda externa y no empeñarse en dar la sensación de fortaleza y solvencia económica, cuando el mundo económico global conoce la situación real del país”.
El dirigente sostuvo que el Ejecutivo debe decir la verdad sobre los motores económicos, que en el corto plazo son inviables. “La nación debe saber que sus reservas operativas son las más bajas en los últimos 10 años, de manera que su nivel de importaciones se restringe a alimentos de primera necesidad, fármacos y cumplir con los productores internos”.
La creación de una corporación de insumos con capital mixto que garantice la fluidez de bienes intermedios en la producción de productos terminados para satisfacer a la población, es según Pineda una solución. Ve urgente evaluar las empresas y fincas confiscadas para entregarlas a los productores del campo, en alianzas estratégicas y acompañado de planes de seguridad, financiamiento y asistencia técnica para hacerlas productivas en el muy corto plazo.
