El concejal de Valencia, Manuel Molina, rechazó la ruptura del hilo constitucional y desmantelamiento de las instituciones y garantías de los venezolanos, que según él ha hecho el Tribunal Supremo de Justicia, con sentencias alejadas de toda lógica jurídica y enmarcada en decisiones políticas para beneficiar exclusivamente al Presidente Nicolás Maduro y su permanencia en el poder.
Como abogado Molina denunció que desde el TSJ, que debería ser garante de la Constitución, se ha venido dando todo un entramado legal que vulnera competencias de entes como la Asamblea Nacional y Ministerio Público, y de los venezolanos al avalar incluso convocatorias ilegales como la de la Asamblea Nacional Constituyente sin un previo referéndum o bases comiciales claras.
“Esas sentencias como la que busca restarle competencias a la Fiscalía y dárselas a la Defensoría del Pueblo sumisa al Ejecutivo, forman parte de la ruptura del hilo constitucional que venimos denunciando y enfrentando en más de 80 días de calle y protesta pacífica”.
El edil indicó que ante el enorme rechazo hacia la Constituyente y Maduro, que en ambos casos, supera el 80%, el gobierno trata de distraer la atención de los venezolanos con potes de humo, conspiraciones ficticias y patéticos montajes.
Mientras el brazo ejecutor del TSJ saca sentencias que van socavando la poca institucionalidad con la que cuenta Venezuela.
“Se saben perdidos en los votos, por eso su única salida es huir hacia adelante violentando la legalidad y acabando hasta con la universalidad del sufragio es una constituyente totalmente ilegal”.
Manuel Molina reiteró que la protesta pacífica en la calle, de forma diaria y permanente es la mejor defensa de los venezolanos ante las pretensiones del Gobierno de imponer una Constituyente fraudulenta, y de un TSJ que a punta de sentencias írritas, trata de labrarle el camino prácticamente reescribiendo la Carta Magna.
“Aquí todo el país está claro. Estamos en desobediencia cívica y pacífica, en la calle, sin miedo, porque es nuestro derecho como venezolanos, y ninguna sentencia del TSJ podrá nunca doblegar el espíritu democrático de la gran mayoría”.
