Coral Gables, Florida (VIP-WIRE).-
“La diferencia entre apostar en las carreras de caballos y casarse, es que siempre hay un caballo ganador”.. Joey Adams.-
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Fin de semana para el recuerdo, con George Fóster en Cicinnati. El viernes, ayer sábado y hoy domingo, a todo el que entre al Great Américan Ball Park, para los juegos con los Piratas de visita, le obsequian una bobblehead suya.
Foster vino a ser el leftfielder de los Rojos, cuando en 1975, Pete Rose fue cambiado de esa posición a tercera base. El slugger, nativo de Alabama, bateó para 300, con 23 jonrones, y cooperó para ganarles Series Mundiales seguidas a Medias Rojas en siete juegos y a Yankees en cuatro.
En 1977, George logró con su bate lo que ningún otro del equipo había conseguido, sacar 52 cuadrangulares, la base para que le otorgaran el título de Más Valioso en la Nacional. En 2003, Foster recibió los honores de su elevación al Hall de la Fama de los Rojos.
Este año han lanzado una bobblehead cada mes de la temporadas. En abril, Leo Cárdenas, mayo Tommy Helms, junio Pete Rose, julio Ron Oester, agosto Dave Parker y septiembre Fóster.
Por la aparición de Fóster en el Great Américan Ball Park, aparecen a bordo de las nostalgias, no solo a las escenas de aquella tropa de los setentas bajo la dirección del Viejo Sabio, Sparky Ánderson, sino también el inolvidable Riverfront Stadium.
Aquellos Rojos, con Johnny Bench, Tany Pérez, Joe Morgan, Rose, David Concepción, Ken Griffey padre (quien ya es abuelo), Cesarín Gerónimo, Dan Drissen, Doug Flynn, Bill Plummer, Marv Rettenmund, Ed Ambrister, Terry Cowley, Darrell Chaney, Don Gullett, Jack Billingham, Rawly Eastwick, Will McEnanney, Pedro Borbón, Pat Darcy, Gary Nolan, Fred Norman, Clay Carroll, Clay Kirby.
Era la Gran Maquinaria Roja, de la cual, en cualquier otro equipo, los que estaban en el banco serían regulares.
Pete Rose acusó públicamente a Fóster de que no joseaba, por lo que siempre tenía «el uniforme limpio». A lo que respondió Fóster…:
«No necesito ensuciar el uniforme, porque saco la bola y solo troto por las bases».
RETAZOS.- ** Radhamés Bonilla, publicó ayer una interesante y graciosa columna acerca de las supersticiones en el beisbol, Cita los bates de la buena suerte, cómo el mánager de los Atléticos estaciona su automóvil donde lo dejó la última vez que ganaron, y recuerda que Óliver Pérez, para no pisar las rayas blancas, da unos saltos exagerados… ** Me recordó cuando Orestes (Minnie) Miñoso, con los Medias Blancas, se bañaba con los interiores puestos “porque esa es mi buena suerte para el juego de mañana”… ** Y Leo Cárdenas sufría de animadversión a las culebras. Una noche le pusieron una de goma sobre la almohadilla de segunda. Cuando la vio salio del terreno y le pidió al mánager lo sacara de la alineación…
Gracias a la vida que me ha dado tanto, incluso un lector como tú.
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@juanvene5
