Como ya es habitual, Venezuela recibió a un buque iraní que logró evadir las sanciones norteamericanas que tienen ambos países, debido a que su sistema de rastreo estuvo apagado.
En esta oportunidad, llegó el domingo al estado Falcón, justo cerca de un puerto que opera para la refinería de Amuay, de acuerdo a la información de la agencia Reuters.
La embarcación tiene por nombre Suezmax Silvia I, es un petrolero propiedad de la Compañía Nacional de Petroleros de Irán, y descargó un millón de barriles de crudo pesado en Amuay.
El buque cisterna pudo ser rastreado por imágenes satelitales del servicio de monitoreo TankerTrackers.com, cerca del puerto de José, en el estado Anzóategui, días antes de llegar a Falcón.
Los registros de ese sistema de rastreo indican que el barco partió a principios de abril desde Khor Fakkan, en el Golfo de Omán, dice la nota de Reuters. Adicionalmente, un monitoreo de Refinitiv Eikon indicó que el buque apagó su transpondedor cuando navegaba cerca del Cabo de Buena Esperanza, hacia el Océano Atlántico.
Esta no es la primera vez que llega una embarcación de Irán en esas condiciones a costas venezolanas. La madrugada del martes 10 de mayo llegó a la Refinería El Palito de Puerto Cabello un buque sin nombre cargado de gasolina desde Irán. Lo hizo y con el Sistema de Identificación Automática (AIS por sus siglas en inglés) apagado para evitar ser captado por los radares y que se conozca su posición y otras informaciones relevantes.
Ambos países están sancionados por los Estados Unidos y, para mantener el constante intercambio de hidrocarburo desde el año 2020, lo hacen con el sistema AIS apagado para evadir las sanciones estadounidenses.
Con información de El Nacional