Foto: Cortesía

Mayber Márquez/Crónica Uno

Para los venezolanos la salud pareciera un privilegio y no un derecho humano. Recibir tratamiento de radioterapia en el oriente del país pasa por una ruleta rusa en la que los pacientes esperan hasta dos meses por una cita.

El acelerador lineal es un equipo de “última generación”, traído a la Unidad de Oncología “Dr. José Gregorio Hernández”, del hospital Universitario Antonio Patricio de Alcalá (Huapa) de Cumaná, que ha prestado servicio intermitente desde su inauguración en 2019, aunque formó parte de los regalos en el marco de los 500 años de fundación de Cumaná en 2015.

La unidad de tratamiento para el cáncer cuenta con un tomógrafo de 64 cortes y un acelerador lineal con tecnología para que la radiación del paciente sea localizada. Sin embargo, el servicio solo ofrece radioterapias en las áreas de mama, próstata y cuello uterino, por fallas en la tarjeta 3D.

Con ello, quedan sin atención a los pacientes con patologías oncológicas en áreas como cabeza, cuello y mediastino (ubicado entre el esternón, la columna vertebral y los pulmones).

«La situación del estado Sucre no es distinta a la del resto del país. En la zona suroriente el único equipo de radioterapia que funciona es este, pese a que el cáncer es la segunda causa de muerte en Venezuela”, declaró el cirujano oncólogo Vitelio Patiño.

La lista de pacientes que provienen no solo del estado Sucre sino de Anzoátegui, Monagas, Delta Amacuro y Amazonas que se encuentran en espera de atención, es interminable y el servicio no trabaja en horario nocturno, ni los fines de semana.


El servicio de radioterapia fue inaugurado un par de veces hasta su activación en 2019. Foto: Cortesía

“A mi hermana la operaron hace dos semanas y esperamos las indicaciones médicas para saber si requiere radioterapia, pero ojalá no sea necesario porque tendríamos que esperar mucho tiempo por una cita y eso retrasa todo el tratamiento”, contó Cristina González.

Fallas recurrentes

El acelerador lineal es un equipo tan sofisticado que en el más reciente incidente, permaneció paralizado durante un mes por fallas en distintas áreas, hasta que un personal autorizado por el Ministerio para la Salud fue enviado desde Caracas a repararlo.

William Meneses, autoridad única de salud del estado Sucre, informó que fue sustituida la bomba de vacío que estuvo dañada durante un mes hasta el 20 de abril, cuando fue superado el periodo de prueba.

Con anterioridad ocurrieron fallas tan prominentes que las autoridades de salud se vieron en la obligación de traer personal técnico proveniente de Brasil, país en el que al parecer, fue comprado el equipo.

Ante este panorama, los especialistas de salud consultados no descartan que la unidad no sea nueva sino que haya sido comprada “de segunda mano”, y posteriormente, “repotenciada”; sin embargo, no se atrevieron a confirmarlo.

Durante la inauguración de la Unidad de Oncología en 2019, se conoció que la inversión del Estado venezolano en el área superó los 20 millones de euros y se proyectaba atender más de 70 pacientes diariamente.

Los equipos no fueron activados sino hasta el año 2020 cuando el entonces gobernador Edwin Rojas, confirmó que “fueron calibrados” porque presentaban “fallas”.

Periodismo en Alianza




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