Rusia se ha destacado por ser una nación anti diversidad, aquel que tenga preferencias diferentes a las de la mayoría de la población paga con años de prisión. Es lo que han llamado como la purga. Esta ha tenido lugar en Chechenia, en donde además se ha alertado de la presencia de campos de concentración para erradicar a esta parte de la población.
Dichos informes denuncian redadas y detenciones en prisiones secretas en la que habitan aquellos que rompen con los canones de la sociedad. Torturas, maltratos, confinamientos y la muerte son algunos de los destinos de estos individuos.
El gobierno checheno afirmó que en su territorio no existen personas de esta índole. La noticia fue inicialmente reportada por la periodista, Elena Milashina del diario de oposición ruso Novaya Gazeta, quien expresó que «Conocemos de cuatro prisiones secretas. Dos se encuentran en Grozny, la capital chechena, y hay una en Argún -que fue la primera que identificamos, aseguró Milashina a BBC.
Según la periodista hay una campaña en la que más de 100 hombres arrestados por las autoridades. De algunos de ellos no se tiene noticia y no se sabe si es que están escondidos, presos o muertos.
La profundamente tradicional sociedad chechena está basada en fuertes códigos familiares, lealtad a clanes y a la religión islámica. Tener un familiar que presente diferencias con estos estándares representa una vergüenza por lo que es apartado y marginado.