El Tiempo: Presidente saliente del BID afirma que eventualmente el régimen de Maduro desaparecerá
/ Foto. Cortesía

Tras quince años al frente del BID, el colombiano Luis Alberto Moreno le da paso al estadounidense Mauricio Claver-Carone en la dirección del organismo financiero, y aprovecha la ocasión para pronunciarse sobre algunos elementos clave en la región.

De Venezuela, le refirió a El Tiempo de Bogotá que eventualmente el régimen de Nicolás Maduro deberá desaparecer y que la democracia volverá.

De entre muchos temas, se plantea los retos que afronta la región: la desigualdad, la corrupción, las protestas, el populismo y el totalitarismo, de lo cual versa el siguiente fragmento de la entrevista concedida al medio neogranadino.

Desigualdad, totalitarismo y populismo

—Más allá de la coyuntura actual, ¿qué le preocupa de la región?

—Dos temas centrales. El primero es la desigualdad, contra la cual hemos avanzado menos de lo que deberíamos. De la pésima distribución del ingreso se derivan muchos de nuestros males, incluyendo la violencia. A mí me cuesta entender que combatir la inequidad no sea una prioridad, por razones éticas e, incluso, del tamaño de los mercados. El segundo asunto es la política, en donde uno ve señales de deterioro, como la polarización, las prácticas corruptas o el populismo. Los ciudadanos están obligados a reaccionar antes de que sea tarde.

—¿Las protestas que se vieron el año pasado son el resultado de esa situación?

—Absolutamente. Hay una inconformidad que tiene una base real. Puede ser que no hayamos visto muchas protestas este año debido a la pandemia, pero pensar que la insatisfacción desapareció sería un gran error. Es más, los dirigentes están obligados a entender que ahora el público será más exigente, porque la realidad de la mayoría se deterioró. Los peligros de pensar que solo basta con volver a lo de antes son muchos.

—¿Y cuáles son?

—Las tentaciones totalitarias o populistas. No olvidemos que durante la Gran Depresión de los años 30 del siglo pasado, reemplazaron a un buen número de presidentes por regímenes militares. No creo que eso suceda esta vez, pues pienso que somos más maduros políticamente, pero tampoco podemos olvidar la historia. Por eso me inquieta más ahora el populismo con esa tendencia a sacar soluciones del sombrero que acaban empeorando las cosas y con ese ánimo de polarizar a la opinión. Divide y reinarás, dicen.

Panorama oscuro

—¿Se ve muy oscuro el panorama regional?

—Mucho. Recordemos que la proyección del Fondo Monetario es una caída de más de 9% este año, que no tiene antecedentes, al menos en los pasados 120 años. Si nos va bien, solamente en 2022 volveríamos al nivel de producto interno bruto que observamos a finales de 2019. El reto consiste en tomar las decisiones correctas para salir del bache, evitar que se dispare la pobreza y no entrar en un círculo vicioso de malas políticas que alejen la inversión privada. Se trata de hacer más corto el sufrimiento, que ya se nota.

—¿Cómo se imagina lo que viene?

—Saldremos de esta, de eso no me cabe duda. Tenemos experiencia en crisis y acabaremos adaptándonos para responder a las demandas de los ciudadanos. En la mayoría de los países, la capacidad profesional de los funcionarios que toman las decisiones es alta. Si eso se le suma a la fortaleza de nuestra gente y la creatividad de los empresarios, considero que encontraremos el camino. Podremos retomar la senda de mejoras sociales que experimentamos hasta hace unos años.

—El entorno mundial tampoco es el mejor.

—Es verdad. Me preocupan el proteccionismo y, sobre todo, esta confrontación entre Estados Unidos y China, que apunta a ser de largo aliento. El desafío para los países latinoamericanos es seguir con el regionalismo abierto, sin alinearse con nadie y manteniendo sus buenas relaciones a ambos lados del océano Pacífico. Sería deseable, eso sí, que logremos integrarnos más, pero ese sueño nada que se vuelve realidad.

Venezuela y Maduro

—¿Qué va a pasar con Venezuela?

—Eventualmente llegará el momento en el cual un régimen que es responsable de la peor crisis humanitaria en la historia del hemisferio desaparecerá. En el entretanto hay que seguir con las medidas para mitigar el impacto de la migración en los países vecinos, comenzando por Colombia, además de tener listo un plan de reconstrucción que demandará el esfuerzo y los recursos de la comunidad internacional. Puede ser que la solución que tantos queremos se haya demorado, pero llegará el día en que la democracia vuelva a un país tan cercano a mis afectos.

—¿Y cómo ve a Colombia?

—Entre luces y sombras. Por un lado, es un país pujante que no se arrodilla ante las dificultades y está lleno de gente con talento. Por otro, me inquietan mucho la violencia y la polarización. Noto que construir consensos se está volviendo casi imposible, por lo cual las reformas importantes siguen en veremos. Para citar un caso, es indudable que el sistema de pensiones es regresivo e insostenible. Pero nadie es capaz de tocarlo porque las fuerzas encontradas llevan a que se imponga el conocido “deje así”.

Lea la entrevista completa en El Tiempo (Bogotá).




Estimado lector: El Diario El Carabobeño es defensor de los valores democráticos y de la comunicación libre y plural, por lo que los invitamos a emitir sus comentarios con respeto. No está permitida la publicación de mensajes violentos, ofensivos, difamatorios o que infrinjan lo estipulado en el artículo 27 de la Ley de Responsabilidad en Radio, TV y Medios Electrónicos. Nos reservamos el derecho a eliminar los mensajes que incumplan esta normativa y serán suprimidos del portal los contenidos que violen la Constitución y las leyes.