En la enfermería de la cárcel El Rodeo II, en Guatire, Miranda, murió Jenxel Alexander Frías Salazar, electricista, de 20 años de edad, y sus familiares denunciaron que no le prestaron asistencia médica pese a que tenía varios días presentando dolores abdominales.
Estaba detenido desde el 31 de agosto pasado. Se entregó voluntariamente en el Cicpc de La Guaira porque la madre de su novia lo denunció por haber sostenido acto carnal con la joven, menor de edad. Un defensor público le recomendó admitir los hechos, atribuyéndose un delito de violencia contra la mujer y la familia, y tres días después lo enviaron al retén policial de Caraballeda, donde estuvo 45 días bajo investigación de la fiscalía. Fue sentenciado a 11 años de cárcel y trasladado a El Rodeo.
En dicho centro, solamente le permitieron la visita de su madre y una tía. Ellas le llevaban comida, pero únicamente podía comerla en ese momento y si sobraba debían botarla ó llevársela porque no aceptaban alimentos de los familiares. El centro de reclusión da comida en pocas cantidades.
Ángel Frías, padre de Jenxel, dijo que cuando entrevistaron a la menor ella admitió que era novia del electricista y tuvieron sexo de mutuo acuerdo. Los familiares de Jenxel estaban de acuerdo en que se casaran, pero la madre de la joven se opuso rotundamente y dijo que prefería verlo en la cárcel.
Como tienen familiares en el Cicpc y en otros entes del estado, utilizaron sus influencias para encarcelar a Jenxel.
El domingo en la visita, Jenxel le dijo a su madre que le dolía el estómago. Desde que comenzó el proceso judicial en su contra, estaba sintiéndose mal, la familia le llevaba algunos medicamentos pero los custodios no permitían que se los pasaran.
El martes en la mañana los llamaron para informarles que había muerto en El Rodeo. En la enfermería no hay personal de salud ni medicinas.
Ayer esperaban los resultados de la autopsia para conocer las causas del deceso. Les dijeron que sufrió un infarto abdominal.
Janxel fue condenado por el Tribunal Primero de Control de Vargas, y lo recluyeron en El Rodeo el 8 de diciembre del año pasado. Sus familiares tuvieron que buscar amistades que los ayudaran para evitar que abusaran sexualmente de Janxel al llegar a la prisión, porque le habían dado el calificativo de violador.
El joven vivía con sus padres en el barrio Mirabal, de Catia La Mar. Era técnico medio en electricidad, hacía pasantías en la empresa Cargill, y jugaba fútbol con el equipo Los Chinos de su comunidad.
Los denunciantes responsabilizan a los familiares de la menor, que son funcionarios del Cicpc, quienes se empeñaron en encarcelarlo.
Fueron muy diligentes en hacerle juicio rápido y lograr que lo condenaran, dijo su padre Ángel Frías.
Los familiares de la joven agraviada se enteraron de la muerte de Janxel primero que su madre, y lo celebraron en su comunidad. Son vecinos de toda la vida.
