@YelfriDFlores
Los Cardenales de Lara vieron retribuido su buen desempeño en el montículo. Su "as" de la rotación Raúl Rivero se adjudicó el premio "Pitcher del Año" gracias a la gran labor que cumplió en la nomina crepuscular, el sucrense obtuvo el premio por segunda temporada consecutiva, convirtiéndose en el tercer pelotero premiado en más de una ocasión.
El Lanzador dejó récord de 7-1 en 13 salidas durante la ronda regular, con efectividad de 2,17. Además de lanzar 78,2 episodios, en los cuales aceptó 71 hits y 19 carreras limpias, ponchó a 61 adversarios y repartió 19 pasaportes.
El derecho comandó los departamentos estadísticos de victorias, ponches e innings lanzados.
Su promedio de carreras limpias permitidas cada nueve entradas fue el segundo mejor del campeonato, únicamente superado por William Cuevas (2,08), abridor de los Tiburones de La Guaira.
Rivero supo cómo amarrar a sus rivales, que apenas ligaron para .245 de promedio frente a sus lanzamientos.
El sucrense repitió su actuacion de la temporada pasada, siendo el corazón del cuerpo de pitcheo de los Cardenales, principal fortaleza del equipo para clasificar a la postemporada con la mejor marca de la fase regular: 39 juegos ganados y 24 perdidos.
Lara disputa ahora las semifinales contra La Guaira quienes dominan la serie con una victoria, esto luego de batir en el máximo de siete encuentros a los Bravos de Margarita en su primera serie de playoffs.
En la otra semifinal chocan las Águilas del Zulia y los Caribes de Anzoátegui.
Tras ser elegido como "Pitcher del Año", Rivero se unió a los retirados exgrandeligas Omar Daal y Edwin Hurtado como los únicos ganadores múltiples del premio.
Daal fue galardonado en las temporadas 1995-1996 y 1996-1997 con el uniforme de los Leones del Caracas, mientras que Hurtado se llevó el reconocimiento en las campañas 2000-2001 y 2003-2004 con el de los Cardenales.
Rivero estuvo lanzando el año pasado en Italia, donde se coronó campeón con el Bologna.
En 2017 regresará al béisbol organizado de Estados Unidos, luego de firmar un contrato de ligas menores con los Gigantes de San Francisco. Su última experiencia en suelo estadounidense se produjo en 2011, cuando pertenecía a las granjas de los Orioles de Baltimore.