De la discapacidad no extraigo lo negativo, sino las posibilidades que ha traído a mi vida, ahora valoro a quienes me apoyan, escucho a quienes están conmigo. Agradezco lo que he aprendido y lo que la discapacidad me ha permitido conocer: Personas diferentes que con sus historias de vida me han animado a seguir.
Muchas veces pensé que mi condición me limitaría, a vivir, actuar, a ser pareja, a realizar cosas que creí imposible, esas mismas cosas que para mí eran un problema, para otros era muy sencillo. Por esto, me dije: ¿Qué es eso que no puedo hacer ? ¿Por qué no puedo intentarlo de una forma diferente? ¿Por qué no creo estrategias para lograrlo?
La vida me ha enseñado que los que nacemos o adquirimos una discapacidad logramos marcar la diferencia, que los que tienen hijos especiales logran fortalecerse y ser mejores cada día.
Agradezco ser especial, porque me ha permitido ver y vivir la vida diferente, desde la perspectiva del amor y la gratitud, desde la constancia y la resiliencia, desde el trabajo para servir y, con ello, contribuir a otros que como yo tienen discapacidad, para que puedan iniciar el camino hacia la aceptación y la transformación del ser, donde no pesen las etiquetas sino el AMOR.