Merendar o no merendar. He ahí el dilema de muchos que, aunque mueren de hambre en la noche, hacen sacrificios para no engordar.
La nutricionista Sussy Corral asegura que saltarse las meriendas es contraproducente para una pérdida o mantenimiento del peso. “Solo debemos controlar la calidad y cantidad de la merienda saludable”, señaló la especialista.
Entonces ¿qué comidas están permitidas en la noche? Corral menciona que una merienda ideal debe incluir una proteína magra (por ejemplo, claras de huevo cocidas, pollo asado, pescado asado o al horno, un vaso de leche o yogur descremados sin azúcar); una porción de vegetales (entre una taza y taza y media máximo); hasta dos veces por semana una fruta baja en azúcares como frutillas y cerezas;
Otra alternativa saludable, sería una porción pequeña de carbohidrato complejo como lentejas o quinua (entre un tercio a media taza) y, una porción pequeña de grasas buenas, por ejemplo, una cucharadita de aceite de oliva o un cuarto de aguacate.
Otra idea es una taza de yogur sin azúcares ni grasa con dos cucharadas de granola, media cucharadita de semillas de linaza o chía y un tercio de taza de fruta fresca. La experta advirtió que las meriendas a evitar son las cargadas de carbohidratos simples y grasas saturadas como un plato de arroz con menestra y carne, o fritada con maduro y mote, comidas rápidas y postres.
