La educación virtual ha sido alternativa para millones de estudiantes alrededor del mundo ante la pandemia de la COVID-19. Pero, sin internet ni los equipos tecnológicos necesarios, para la mayoría de los universitarios venezolanos es cuesta arriba continuar sus actividades académicas bajo esta modalidad no presencial.
“Se nos ha dificultado mucho seguir con las clases virtuales. Y no es porque no queramos, sino porque no tenemos los medios para cumplir con ellas”, señaló Sergio Afanador, integrante del centro de estudiantes de la Facultad de Derecho de la Universidad de Carabobo (UC). “Como nosotros, también están los profesores”.
Las autoridades de la UC, reunidas en Consejo Universitario Extraordinario, el pasado 15 de marzo anunciaron la suspensión “hasta nuevo aviso” de todas las actividades académicas, de investigación, administrativas y operativas en sus sedes. Los campus actualmente se mantienen con el personal mínimo necesario para su resguardo y mantenimiento.
Según el joven estudiante de Derecho, a pesar de la suspensión, algunos de sus profesores han intentado continuar con las materias a través de internet, subiendo vídeos explicativos a YouTube o generando grupos de debate en WhatsApp, pero muchos de los estudiantes no participan porque no cuentan con computadora, celular inteligente, conexión a internet e incluso servicio de electricidad.
Afanador narró que, en su caso, tenía una computadora para realizar sus asignaciones e investigaciones de la universidad, pero se le dañó debido a los constantes apagones registrados durante el último año en el país. “Tengo mi celular, pero no todas las cosas las puedo hacer desde aquí”.
En Venezuela, alrededor de 62% de la población no cuenta con acceso a internet fijo, reveló el Observatorio Venezolano de los Servicios Públicos (OVSP) en su reciente informe. Una cifra que dificulta la continuidad del proceso educativo desde casa, no solo en el ámbito universitario, si no además en la educación escolar.
Panorama en las universidades privadas
Por su parte, las instituciones de educación superior, de administración privada, decidieron suspender las clases presenciales pero continuar con sus cronogramas académicos a través de plataformas virtuales. Tal es el caso de la Universidad Arturo Michelena (UAM) y la Universidad José Antonio Páez (UJAP).
Estefanía Izaguirre estudia Comunicación Social en la UAM. A su juicio, el cumplir con clases en línea ha sido una experiencia distinta tanto para los profesores, como para los alumnos, ya que no todos tienen las mismas capacidades de aprendizaje ni los mismos recursos: una computadora o conexión a internet.
Classroom, correo y WhatsApp, donde hay un grupo para cada asignatura, son algunas de las herramientas usadas por los docentes y estudiantes de la UAM para tratar de sacar adelante lo que queda del semestre. Para Izaguirre, esto ha sido difícil, ya que no siempre cuenta con una conexión a internet estable y se ha visto obligada a usar los datos móviles de su celular.
“Además, el hecho de estar aislados me ha puesto bastante ansiosa y se me es difícil realizar correctamente las asignaturas o incluso estar motivada para ello”, agregó la estudiante de periodismo. “Pero, aun con todo esto que está ocurriendo, es una buena alternativa para no dejar de aprender”.
Actividades prácticas paralizadas
Wilfredo Camaya, miembro del centro de estudiantes de Odontología de la UC, manifestó su preocupación ante la situación actual. La facultad está paralizada casi en su totalidad, porque gran parte de las clases teóricas son complementadas con prácticas clínicas. Este es un factor que les impide avanzar virtualmente.
Los profesores de algunas asignaturas y los encargados de las distintas preparadurías han intentado hacer el esfuerzo de adelantar contenido teórico vía web sin embargo, detalló, es una situación que se le complica a un buen número de estudiantes debido a las numerosas fallas con los proveedores de internet fijo y móvil.
El OVSP advirtió en su balance que del porcentaje de venezolanos que sí tiene acceso a internet, al menos 50% reportó fallas en el servicio varias veces al día, todos los días. En Valencia, 43% de los usuarios presenta fallas con la conexión web.
“Esperamos que esta situación en el país termine lo más pronto posible, para así poder restructurar nuestro calendario académico y seguir avanzando”, sostuvo Camaya.
FCU-UC no respalda la educación a distancia
El presidente de la Federación de Centros Universitarios (FCU) de la UC, Marlon Díaz, fijó posición respecto a la educación a distancia durante la contingencia, promovida desde varias facultades. “No estamos completamente de acuerdo con esta medida, ya que hay muchos estudiantes que no cuentan con herramientas digitales”, dijo.
Díaz hizo referencia, además, a las facultades que son eminentemente prácticas, como Ingeniería, Odontología y Ciencias de la Salud, que no podrán proseguir sus estudios académicos de forma virtual.
El dirigente estudiantil resaltó que la FCU puso a disposición de la comunidad ucista cursos gratuitos en línea para que, durante la suspensión de las actividades académicas, los estudiantes sigan formándose.
