El Trigal trabaja unido, atestiguaron los presentes. Una actitud extraña y un teléfono celular tomando fotos a la cara de los manifestantes reveló lo que tanto se dice: infiltrados en las marchas opositoras.
Un grupo de manifestantes lo detuvo en las rejas del centro comercial El Trigal. El hombre confesó formar parte de grupos oficialistas que se infiltran en lar marchas y mandan información.
Esto desató la ira de los manifestantes, quienes se encontraron ante una disyuntiva: ¿Qué hacer con el infiltrado?.
Durante al menos 20 minutos lo detuvieron tratando de sacarle información, recibió algunos golpes, pero los estudiantes de medicina asistieron sus heridas.
«El miedo se siente». Lo dejaron ir, esa fue la decisión final: «No queremos ser como ellos» .
Pero las críticas a los actos delictivos de los grupos paramilitares se sintieron. «¿Ellos piensan en nosotros cuando nos disparan?» gritaban algunos manifestantes.
Luego de soltar al presunto infiltrado, la situación en El Trigal se normalizó.