Con muy profunda alegría
yo me fui a Puerto Cabello,
a contar y compartir
nuestros muy bonitos sueños

Esos sueños que nos hablan
de justicia y libertad,
valores irrenunciables,
para cualquier sociedad

La contada fue en la escuela
don Doroteo Centeno,
y el tema sorprendente.
Toma de Puerto Cabello

Enseguida que llegué
me quede muy sorprendido,
por toda la exposición
que prepararon los niños

Con maquetas, carteleras,
obras de teatro y danzas,
unos versos muy patriotas,
¡Extraordinaria semblanza!

Incluso una exposición de libros de los escritores y cronistas porteños
Miguel Elías Dao y Asdrúbal González

Y después de todo aquello,
pasamos a un gran salón,
donde se daría la charla
¡Había mucha emoción!

¡Toma de Puerto Cabello!
Que cumple un Bicentenario
historia, libertad, pueblo
¡Por siempre conmemorarlo!

(Se tiene como referente el 8 de noviembre para esta conmemoración)

Esta toma sucedió
en mil ocho veintitrés,
durante unos cuantos días
¡Mucha valentía con fe!

Este asedio contra los realistas acantonados primero en los alrededores de la plaza de Puerto Cabello comenzó el 23 de septiembre de 1823, se dice que no era fácil acceder hasta el lugar pues era tierra de fango y manglares.
Tuvo su punto imperativo el 7 y 8 de noviembre, culminando definitivamente el 10 de noviembre de ese año 23, cuando toda la tropa realista restante, salió rumbo a la Isla de Cuba.

Porque venía sucediendo
que desde ese bello Puerto,
los realistas asechaban,
buscando conquistar puestos

Tenían gente en Cumana,
y en los llanos igualmente,
aunque estaban muy diezmados,
en número, y moralmente

Ya habían sido derrotados
en el Campo Carabobo,
en la Batalla del Lago,
con unos patriotas probos

Sin embargo esos realistas
aun tenían esperanzas,
de retomar el poder
¡Dependían de una alianza!

Pero hablemos de la toma
que se dio aquí en el Puerto,
ultimo bastión realista,
aunque bastante desierto

Sucedió que aquí la zona
un batallón de relistas,
negaban su rendición,
se sentían muy optimistas

Y Páez, muy decidido
a sellar la independencia,
vuelca su mirada al Puerto,
con mano dura y vehemencia

Así que envía batallones
a que tomen posición.
¡Librar a Puerto Cabello
es una cuestión de honor!

Acampan primeramente
en el sector El Palito,
de allí parten hacia el Puerto
con ánimo, y tempranito

Eran de 1.500 a 1.600 soldados organizados en los batallones Granaderos, Anzoátegui y Boyacá y un escuadrón de caballería de húsares.

Y el veintitrés de septiembre
el asedió comenzó.
Nadie entra, nadie sale,
y el cauce del río se desvió

(Incluso se tomó el Fortín Solano)

El comandante realista
se atrinchera con su gente,
los hace estar activos,
y del asedio pendiente

Y ya para el treinta y uno
el propio Páez, se apersona,
les pide que capitulen,
y el pedido no funciona

(Es de hacer notar que el general Páez, desde hacía un tiempo, les había pedido capitular en más de una oportunidad)

Páez, no quiere otra batalla
pues resulta innecesaria,
ya que ese bastión realistas,
no es de peligro a la patria

Pero el comando realista
se niega a capitular,
prefiere el enfrentamiento,
creyendo, tal vez triunfar

(El brigadier Sebastián de la Calzada,
y el coronel Manuel de Carrera y de la Colina,
ambos españoles eran los comandantes
del ejército realista durante aquel asedio)

(Por el ejército patriota estaban presente en aquella toma
El general José Antonio Páez al frente, el general Santiago Mariño, general José Francisco Bermúdez el almirante José Francisco Padilla, el contraalmirante Renato Beluche, coronel Fernando Figueredo Mena, coronel Florencio Palacios)

Don Luis Heraclio Medina,
un eximio historiador,
nos describe aquella gesta
con detallado furor

Y es así, como la noche del 7 al 8 de noviembre unos 500 soldados del batallón “Anzoátegui” y el “Regimiento de Lanceros”, que eran de caballería, pero iban a pie, luego de avanzar por el agua por cuatro horas, sorpresivamente tomaron por asalto las posiciones del enemigo y en media hora habían coronado la victoria. En horas de la mañana, el comandante de la guarnición Sebastián de la Calzada se rinde ante las tropas de Páez.

Otros textos nos comentan
que esa temeraria acción,
la guiaría Julián Ibarra,
esclavo de gran valor

Ese esclavo era sirviente
del ejercito español,
y salía de recorrida,
a buscar información

Se cuenta que entonces Páez,
convence a Julián Ibarra,
le ofrece la libertad,
si ayuda a salvar la patria

Y esa noche del siete
pudo guiar con gran valor,
al ejercito patriota
a conquistar su misión

(Julián Ibarra por este gesto recibió grado de capitán del ejército patriota entre otras recompensas, pero tres años más tarde, cometió un robo, donde además asesino a varias personas, y al ser descubierto el mismo Páez lo sentido a muerte)

Lo cierto de aquella toma
es que el ocho en la mañana,
patriotas habían logrado
vencer la legión tirana

Pero no fue totalmente,
solo un jefe se entregó,
el brigadier de la Calzada,
ante Páez capituló

Hay un relato de Páez
que cuenta lo sucedió,
la mañana de aquel ocho,
y que aquí lo compartimos

Esa mañana del ocho de noviembre de 1823, se me acercaron dos sacerdotes y me contaron que el brigadier de la Calzada, “refugiado en la Iglesia del Rosario quería rendirse personalmente a él, inmediatamente fui a verlo. Felicitándome por haber puesto sello a mis glorias (tales fueron sus palabras), con tan arriesgada operación y terminó entregándome su espada. Di las gracias y tomándole familiarmente del brazo fuimos juntos a tomar café, a la casa que él había ocupado durante el sitio».

Porque el otro comandante
Don Manuel de Carrera,
se atrincheró en el castillo
con suma actitud guerrera

(Castillo San Felipe, también llamado Castillo Libertador)

Pero logra resistir
solamente hasta el día diez,
cuando también capitula
con humildad y sencillez

De esa rendición, nos cuenta el mismo Páez en sus memorias

“Estando yo en la parte de la plaza que mira al castillo, y mientras un trompeta tocaba parlamento, disparó aquel cuatro cañonazos con metralla, matándome un sargento; pero luego que distinguieron el toque que anunciaba parlamento, izaron bandera blanca y suspendieron el fuego. A poco oí una espantosa detonación, y volviendo la vista a donde se alzaba la espesa humareda, comprendí que habían volado la corbeta de guerra Bailen, surta en la bahía. Manifesté mi indignación a Calzada por aquel acto, y este atribuyéndolo a la temeridad del comandante del castillo, coronel don Manuel Carrera y Colina, se ofreció a escribirle para que cesara las hostilidades, puesto que la guarnición de la plaza y su jefe estaban a merced del vencedor. Contestó aquel comandante que estando prisionero el general Calzada, dejaba de reconocer su autoridad como jefe superior. Entonces, devolviendo yo su espada a Calzada, le envié al castillo, desde donde me escribió poco después diciéndome que Carrera había reconocido su autoridad al verle libre, y que en su nombre me invitaba a almorzar con él en el castillo”

Finalmente los realistas
Para Cuba y Puerto Rico,
el día quince de noviembre
se marcharon derechito

Poniendo fin a los tiempos
de aquel yugo opresor.
Venezuela, Gran Colombia
¡Libertad y pundonor!

José Alfredo Sabatino
un ilustre historiador
resume elegantemente
esta gesta de valor

“La Toma de Puerto Cabello, en consecuencia, no puede entenderse como una celebración local, sino una regional e incluso nacional. Desde esta perspectiva, le corresponde a Carabobo no solo el honor de que en su territorio se haya sellado la independencia, sino también que se haya puesto punto final al dominio español en tierra patria”

Eso fue en grandes rasgos
la historia de ese asedio,
que se libró aquí en el Puerto
repudiando aquel imperio

Los aplausos retumbaron
ahí en Doroteo Centeno,
por el bonito homenaje
que organizó ese colegio

Marco del Bicentenario
Toma de Puerto Cabello,
un ejemplo de unidad
por defender un gran sueño

Gracias di a la maestra y amiga
Ángela Superville Mijares.
A su directora Angélica Dirinot.
A la maestra Nieves Mendoza, todo un emblema de la escuela
También a todos los docentes
Sus alumnos
En fin… a toda la familia del Doroteo Centeno

Pero lo que más me gusto de todo esto
es que entre tantas charlas, conferencias, conversatorios,
videos, publicidad. Hubo un espacio para que los niños.
Herederos de la futura Venezuela, pudiesen escuchar y vivir
Algo de una de las tantas historias que han hecho grande nuestro país

Por eso volví a mi casa
inmensamente contento
por esa historia vivida
a través de un lindo cuento

Don Pío Lara




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