Portugal rindió un último homenaje al expresidente socialista Mario Soares, este martes, saludado como uno de los principales artífices de la democracia en el país, y que será enterrado en Lisboa tras una solemne ceremonia.
Los restos del exjefe de Estado, expuestos desde el lunes en capilla ardiente en el monasterio de los Jerónimos, en el barrio de Belem, serán enterrados por la tarde en el cementerio de Prazeres, más cerca del centro de la ciudad.
Antes de la salida del cortejo fúnebre -que pasará ante el Parlamento y la sede del Partido Socialista- se celebró una ceremonia en el claustro del monasterio, lugar emblemático de la historia de Portugal.