La crisis que se vive en el país amenaza con acabar con las tradiciones venezolanas, sobre todo las decembrinas, pero la gente se resiste a que esto ocurra.

Armar el arbolito para Navidad, es una de esas tradiciones, que trae alegría a los hogares. Lo ideal es que estos sean de pino natural, pero los altos precios alejan a la mayoría de los compradores.

Por eso mucha gente optó este año por repetir sus arbolitos elaborados en plásticos y otros materiales, aunque en muchos hogares esta vez no se pondrán regalos en la parte de abajo. La intención es no perder esta hermosa costumbre.

En los pocos establecimientos comerciales del centro de Valencia, que este año tienen a la venta decoraciones navideñas, los arbolitos se están quedando fríos. Como es de imaginar, los precios se ofrecen en dólares.

Entre 70 y 120 dólares cuestan los arbolitos de dos metros, dependiendo del color y el material con los que fueron elaborados. Por supuesto hablamos de los más sencillos, y sin ningún tipo de adornos, porque los hay más caros.

Por una corona hecha de pino natural, se está pidiendo cinco dólares, aunque sin adornos.

Los precios de las bambalinas varían de acuerdo a su tamaño y material. Una docena de las elaboradas en fibra de vidrio, se ofrecen entre 5 y 7 dólares. Las flores pequeñas de navidad cuestan un dólar, y las más grades dos dólares.

Las figuritas de anime de variados colores se están ofreciendo en medio dólar, pero para armar un arbolito se necesitan varias.

Lo cierto es que con todos estos precios, mucha gente optó por repetir sus decoraciones navideñas.

Los propietarios de los comercios están conscientes de la situación económica del país, por lo que entienden la posición de los posibles clientes.

“Yo he vendido muy poco de noviembre a la fecha, pero se lo que está pasando. La gente prefiere comer que comprarse un arbolito nuevo”, comentó la dueña de un comercio del ramo.

En otro negocio uno vendedores comentó que lo que más se ha salido son guirnaldas y uno que otro adorno por unidades.

“Parece que los reales esta vez no alcanzan para comprar adornos de navidad”.

En el centro de la ciudad, El Carabobeño consultó a algunas señoras sobre la posibilidad de poner arbolitos nuevos en sus hogares. La respuesta fue negativa en todos los casos.

“Ni siquiera yo voy a estrenar nada este año. Cómo cree usted que voy a comprar un árbol. Ya monté el viejo que sigue estando bonito”, comento Irma de Sarmiento.

Zenaida Salas hizo un comentario similar, a lo que añadió que “Gracias a Dios los árboles de plástico duran bastante”, y se sonrió.

El arbolito de Alicia Rojas lo compró hace seis años. No recuerda cuánto le costó, pero está segura que está en muy buenas condiciones. Por eso decidió montarlo de nuevo con todos sus accesorios, también guardados desde hace tiempo.

“Por esto de la pandemia no trabajo desde marzo y no cobro desde mayo. Cómo voy a comprar adornos nuevos?, imposible. Pero la navidad llegó a mi casa y hay que disfrutarla”.




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