Caribes de Anzoátegui mejoró paulatinamente su accionar y terminó levantando el trofeo por tercera ocasión en su historia./Foto:@caribesanz

Caribes de Anzoátegui terminó de rubricar una campaña de antología al vencer a los Cardenales de Lara por blanqueo de 4-0 en el Antonio Herrera Gutiérrez de Barquisimeto y así conseguir el cuarto triunfo de la final que le valió obtener el título de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional en su zafra 2017-18.

Luis Jiménez, a la postre elegido como el «MVP», con un cuadrangular con las bases llenas en el mismo primer episodio fue la guía del elenco oriental que además contó con magistral labor monticular de su abridor Freddy García para salir airoso en el sexto compromiso de la instancia decisiva para coronarse con global de 4-2 y conseguir los máximos honores del circuito rentado por tercera ocasión en la historia de la franquicia.

Ahora, los orientales ganaron el derecho a ser el representante de Venezuela en la venidera Serie del Caribe en Guadalajara.

 

 

 

Los otros gallardetes logrados por la «Tribu» fueron en las campañas 2010-11 y la 2014-15 ante Tigres y Magallanes, respectivamente, a lo que se suma un subcampeonato en la 2013-14 para erigirse como una de las organizaciones más sobresalientes en lo que va de década.

El «Torpedo» García, se lució en lo que pudo ser su último partido como pelotero activo, al lanzar por espacio de 6.1 actos en los que solo cedió tres hits, además de recetar cinco abanicados.

«Quiero felicitar a los Cardenales por la competencia que nos dieron. Cuando marcamos las cuatro carreras me sentí cómodo, es muy difícil que pierda un partido con cuatro carreras de ventaja», dijo luego del compromiso García dejando entrever que, salvo un cambio de último momento, dio por terminada su carrera profesional en Venezuela.

El bullpen no desentonó y se combinó para solo dos inatrapables más con Nick Struck poniendo el candado en el noveno.

ATAQUE TEMPRANERO

Caribes no esperó nada en el coso crepuscular y de entrada puso en silencio a los presentes. Jorge Martínez fue su propio enemigo al otorgar boletos consecutivos a Rafael «Balita» Ortega y Niuman Romero pero el panorama se oscureció más luego de que René Reyes sonara petardo al centro que congestionó las almohadillas.

Acto seguido, Balbino Fuenmayor bateó rodado al cuadro que sirvió para realizar un solo out forzado el home pero posteriormente, Jiménez prendió la fiesta tempranera al mandar la pelota a las gradas del jardín derecho.

El «Gigante de Bobare» tuvo un bajo promedio de .150 en toda la instancia final pero su batazo le valió el premio «Robert Pérez» al más destacado con sus seis carreras remolcadas. Fue la segunda ocasión que Jiménez logra la máxima distinción individual en la lucha por el título tras conseguirla en la 2010-11 también con Caribes pero en calidad de refuerzo. 

«Antes me había lanzado bien (Martínez) pero ya hoy con algunos datos que me dieron pude concentrarme mejor, tener paciencia y gracias a Dios pude conectar bien la pelota», afirmó el slugger acerca de su conexión de vuelta entera, la séptima en este tipo de instancias para igualar a René Reyes en la lista histórica.

Martínez (1-1) cargó con el revés por Cardenales que fracasaron en su segunda final consecutiva y no lograron premiar su buen juego de toda la temporada. El derecho se fue a las duchas apenas con dos entradas de labor en las que permitió tres hits y cuatro carreras además de dos boletos y un ponche.

Los bates se apagaron en el momento más inesperado y el pitcheo no pudo progresar con un manejo dudoso del mánager José Moreno.

PURO JÚBILO

Luego del out 27, Caribes de Anzoátegui fue puro júbilo en el diamante. Jugadores y cuerpo técnico se fundieron en abrazos y felicitaciones tras la consecución de un gallardete que tuvo un sabor especial porque fue a contracorriente.

Sin embargo, la confianza fue una de las palabras claves en el conjunto anzoatiguense que llegó a tener un registro de 1-8 en el arranque y que en buena parte de la eliminatoria estuvo fuera de los puestos de playoffs.

Primero fue Rougned Odor como manager de manera interina y luego asumió las riendas el titular Omar Líopez, quien dejó los personalismos y en sus palabras alabó la labor en conjunto, «Cuando llegamos comenzamos a hacer movimientos pero todo fue una labor en equipo».

«Yo tenía la fuerte convicción de que si clasificamos, íbamos a pelear. Por eso le dije a la directiva que no me negara nada de lo que pidiera, que invirtiera porque tenía la sensación que podíamos ser campeones», agregó el mandamás, quien terminó con foja de 28 victorias y 16 derrotas desde que tomó el mando el 22 de noviembre. Recibió el equipo con 16 y 20.

El discurso de López tuvo respaldo en uno de sus figuras insignes en el terreno, Niuman Romero. El capitán de Caribes fue otro que dio crédito a la labor colectiva y el enfoque quer tuvo el club para poder sortear las vicisitudes, «La clave fue la confianza en nosotros mismos. Yo nunca dejé de creer en los Caribes de Anzoátegui».

 

 




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