El presidente de México Enrique PeñaNieto sostuvo este sábado su primera conversación telefónica con Donald Trump como presidente de Estados Unidos y, haciendo votos por un "nuevo diálogo" que traiga "buenos resultados", ambos acordaron reunirse el 31 de enero, informaron ambas presidencias.
Pero estas buenas intenciones tuvieron ya un tropezón cuando el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, dio la noticia refiriéndose a Peña Nieto como "primer ministro".
Por la mañana, Peña Nieto reiteró sus felicitaciones al flamante presidente estadounidense y durante una llamada telefónica le "expresó la voluntad de México de trabajar en una agenda que beneficie a ambos países, con un enfoque de respeto a la soberanía", indica un comunicado de la presidencia mexicana.
Poco después, Spicer informó en conferencia de prensa que Trump "conversó con el primer ministro de México, Peña Nieto, sobre una visita" que tendrá lugar en Washington el 31 de enero.
Esta llamada ocurre casi cinco meses después de la visita que Trump hizo a México cuando aún era candidato, provocando una ola de repudio social contra Peña Nieto y la renuncia del entonces secretario (ministro) de Hacienda, Luis Videgaray, promotor del encuentro entre el mandatario mexicano y el candidato republicano.
En esa ocasión, la residencia presidencial de Los Pinos abrió sus puertas al magnate, y en una conferencia de prensa hombro a hombro, Trump defendió su derecho de construir una nueva muralla fronteriza infranqueable pagada por México, mientras Peña Nieto denunció tibiamente los calificativos -de "violadores y "criminales"- que el magnate ha usado para referirse a inmigrantes mexicanos.
Este sábado, Peña Nieto "reiteró la prioridad estratégica de los lazos bilaterales (...) y expresó su interés de mantener un diálogo abierto" con Estados Unidos, indica el parte presidencial.
El 4 de enero, Videgaray fue devuelto al gabinete de Peña Nieto, esta vez como canciller.
Y junto con el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, viajará el próximo miércoles y jueves a Washington para sostener reuniones sobre comercio, migración y seguridad con integrantes del nuevo gobierno estadounidense.
"Ambos mandatarios reiteraron su confianza en que este nuevo diálogo que inicia fructifique en buenos resultados para ambas naciones y acordaron encontrarse en un futuro cercano", aseguró la presidencia mexicana.
Trump ha dicho que podría retirarse del Tratado de Libre Comercio que sostiene con México y Canadá y amenazó con fuertes impuestos arancelarios a grandes constructores de automotores con filiales mexicanas.
México envía 85% de sus exportaciones a Estados Unidos, donde viven unos 11 millones de indocumentados, muchos de ellos mexicanos.