Dada la crisis, no hay inventario. (Foto Andrews Abreu)
Dayrí Blanco
El mercado nacional no está siendo abastecido. De los 700 mil barriles diarios de combustible que se requieren para producir la gasolina, gas, diesel y gasoil que se consume en el país, apenas llegan a las refinerías 300 mil. Esto se traduce en un déficit de 57%, y se refleja en las largas colas de vehículos que desde el jueves 16 de octubre se han formado en las estaciones de servicio de varias ciudades, aseguró Iván Freites, secretario general de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela (Futpv).
Como una tragedia anunciada catalogó Freites la crisis desencadenada por la baja operatividad de la estatal. Los reformadores catalíticos que producen la gasolina de 95 octanos están paralizados desde hace un mes en el Centro de Refinación de Paraguaná, El Palito y Puerto La Cruz. Mientras que las plantas catalíticas, de donde sale la de 91 octanos, trabajan a menos del 60% de su capacidad.
A esto se le suma que la paralización de la planta de alquilación de Cardón, que es la encargada de darle el octanaje al combustible. Las de las otras refinerías están trabajando en baja proporción, debido a que están recibiendo solo 10 mil toneladas de ácido florídico, principal componente requerido en el proceso. Se necesitan 40 mil toneladas para cumplir con el mercado local, sostuvo Freites.
Dada la crisis, no hay inventario. Freites dijo que en las refinerías se hacen colas de gandolas esperando ser llenadas. “Prácticamente la gasolina sale directamente de la planta al transporte”. Responsabilizó al expresidente de Pdvsa, Rafael Ramírez, del colapso de la industria, al señalar que está al borde de la quiebra, por una mala administración que destinó la inversión requerida para el mantenimiento de las refinerías.