Son
tiempos convulsos. El periodismo en Venezuela está asediado. Y de ese
abismo nefasto, de la precariedad de insumos, de atropellos por parte de
quienes gobiernan solo se puede salir con ingenio. Es lo que Leonardo Padrón,
el cronista venezolano, define como respiraderos para el periodismo.
La
crisis de espacio ha puesto una cerca alrededor de los buenos escritores. Pero
no significa que no existan. “Quizá no tengamos a Caparrós, o a Salcedo Ramos,
pero confío en que en Venezuela se están cocinando buenos textos”. Padrón se
sorprende al escuchar a estudiantes de comunicación social decepcionados, y les
responde con una sobredosis de esperanza.
“Se
busca un país”. Ese es el nombre del libro que recoge las crónicas del
novelista durante los últimos dos años. “Es una mirada turbulenta
de la vida, la respiración calamitosa del país que tenemos”. El título honra lo
que todos buscan un poco, sugiere Padrón: “Tener un país más decente, más
digno”. La obra,editada por Planeta, fue presentada y conversada en la Filuc
este sábado.
La propia feria es un logro, categorizó Padrón. La crisis
económica lesiona a todos. “Por eso celebro el empeño, la persistencia de los
organizadores. Es impresionante ver los ríos de gente”, dijo el escritor, quien
lo comentaba con César Miguel Rondón durante el recorrido. “Decir Filuc es
saber que esto se iba a llenar”. Él mismo se paseó por los stands, y llenó una
bolsa con obras de su estilo, novelescas. (LAB)