Un sirio de 20 años compareció este miércoles en Berlín en el primer juicio contra un solicitante de asilo sospechoso de haber sido infiltrado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) entre los migrantes llegados a Alemania en 2015.
El acusado, Shaas al Mohamad, guardó silencio dentro del cubículo de vidrio, con los ojos fijos en su intérprete, dejando a sus dos abogados reclamar, en vano, que el juicio se celebrase a puerta cerrada. Más tarde, negó pertenecer a la organización yihadista.
Su caso ilustra un miedo muy debatido en el país, principalmente después del atentado del 19 de diciembre en Berlín: que el grupo EI haya incrustado a combatientes suyos entre los cientos de solicitantes de asilo llegados por la ruta de los Balcanes.
AFP