Cada vez son más los presos políticos que luego de cumplir un tiempo determinado en prisión, su salud empieza un proceso de deterioro continuo. El caso de Yon Goicoechea ha comenzado a hacerse visible luego de 134 días encercelado en el Helicoide.
Descalsificación en los huesos, hipertensión arterial y perdida del olfato son algunos de los males que aquejan al ex dirigente estudiantil y abogado quien fuese detenido de manera arbitrarea y bajo un proceso irregular que provocó su desaparición durante 56 horas para ser presentado ante un tribunal el 31 de agosto de 2016.
Goicoechea no fue encontrado culpable por ningún crimen y sus abogados ha interpuesto medidas de excarcelación las cuales buscan hacer realidad, pero el Tribunal encargado de su caso tiene dos semanas sin dar despacho lo que retrasa los procesos.
Son muchas las ONGs que se han pronunciado y trabajan por la liberación de personas como el dirigente político entre esas Amnistía Internacional y Human Rights Watch.
LIBERTAD NEGADA
El 6 de diciembre de 2016 se venció el plazo para que las autoridades ejecutaran la medida cautelar sustitutiva de la privativa de libertad, que recibió el dirigente de Voluntad Popular. La medida fue acordada el 20 de octubre de 2016 y los requerimientos legales se cumplieron debidamente el primero de diciembre dicho año.
La defensa de Goicoechea introdujo una acción de amparo en la Corte de Apelaciones. El Tribunal que lleva la causa tiene más de dos semanas sin dar despacho, lo cual ha contribuido al retardo procesal en la materialización de su excarcelación.
La medida cautelar de libertad a favor de Goicoechea se produjo luego de que el 17 de octubre de 2016 culminara el lapso legal de 45 días para que la fiscalía presentara la conclusión de la investigación, la cual no arrojó una acusación en contra del dirigente.
NOTA DE PRENSA