Andrea Cristina Hernández || [email protected]
“Enseñar a leer y escribir en tiempo récord a los excluidos
del sistema”. Fue una de las banderas al inicio de la revolución socialista del
Siglo XXI, pero en los últimos 10 años, apenas suman 43 mil 268 venezolanos
alfabetizados. “Educación de calidad y cobertura en todos sus niveles” fue otra
y un millón 10 mil niños y adolescentes [de 3 a 17 años] no están
escolarizados, existe un déficit de 5 mil instituciones educativas en todo el
país. “Una Gota de Amor para Mi Escuela” parece que no ha sido suficiente.
Con estos resultados, en momentos en que el gobierno pretende
monopolizar el ingreso universitario, tomando el control del 100% de la asignación de los cupos priorizando
variables socioeconómicas por encima del índice académico, ¿realmente se está
garantizando el derecho a la educación?
Tanto la Declaración Universal de los Derechos Humanos
[Artículo 26], el Protocolo de San Salvador y el Pacto Internacional de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales de los cuales Venezuela es firmante,
obliga al Estado a garantizar “el derecho de toda persona a una educación
integral de calidad, permanente, en igualdad de condiciones y oportunidades”.
[Extracto del Art. 103 de la CRBV]
Disposiciones que se violan. “Así lo hicimos constar en un
informe alternativo que presentamos a las Naciones Unidas sobre el estado de la
educación en Venezuela”, denuncia el coordinador de la Federación Nacional de
Sociedades de Padres y Representantes (Fenasopadres), Alexis Ramírez.
Valores unificados
Garantizar el derecho de la educación se correlaciona con el
derecho de asociación, participación y reunión pacífica, triada que se
incumple, de acuerdo con la explicación del vocero de Fenasopadres.
-La libre asociación [Art. 20 de la DUDH] es vulnerada con
la Resolución 058 -enmarcada en el Plan de la Patria-, porque impone a la
comunidad educativa la organización obligada en Consejos y limita la
sindicalización de los docentes, cuando a ningún ciudadano se le debe forzar a
asociarse en contra de su voluntad. Se quebranta el derecho a la participación
porque si la consulta educativa no se hace como lo estipula la Ley Orgánica de
la Administración Pública, es nula. Y el derecho a la reunión pacífica al
prohibirle a los padres, docentes y alumnos los sitios de reunión. Se
criminaliza la protesta antes de que suceda, detalló Ramírez.
La ideología presente en el sistema escolar, es otro
mecanismo que coacciona el derecho a recibir una educación íntegra, a juicio de
la coordinadora del Observatorio Educativo de Venezuela Olga Ramos. “Aparte de
las severas deficiencias en los contenidos de los libros de la Colección
Bicentenario, tienen un énfasis ideologizante y se tergiversa la historia con
mensajes propagandísticos del proyecto del gobierno. A los docentes se les
instruye para dar connotación de hechos heroicos de la Independencia, que
tienen muy poco de civil y mucho de militar. Muy poco de paz y mucho de
guerra”.
Cuentas que no dan
“Se abandonó a la escuela, al docente y al alumno”, sustenta
Arcángel Delgado, directivo nacional de la Federación Venezolana de Maestros.
No llega a 10% las instalaciones educativas a las cuales se les hace
mantenimiento en el país, según reportes de Fenasopadres.
En Carabobo, más de 40% de escuelas y liceos están en
precarias condiciones. De esa cifra, 30% debe ser demolido. “Hay casos en que
los niños reciben clases en el suelo”, enfatizó Delgado.
Se necesitan construir 200 planteles, con capacidad de 1000
alumnos para satisfacer la demanda del estado, según la FVM. “Desde 2002 hasta
2015 no se ha avanzado en infraestructura. Las que existen fueron edificadas
durante los 40 años de la mal llamada Cuarta República.
Avances y deudas
Para 1993, solo 43% de los niños del nivel inicial estaba
escolarizado, 89% de primaria y 47% de educación media. 20 años después [2013]
aumentó a 70%, 92% y 75%, respectivamente, representando un avance en acceso,
según datos del director del doctorado de Educación de la UCAB Leonardo Carvajal.
Aun así, 560 mil niños [3 a 5 años] no asisten a centros
educativos y 350 mil adolescentes [12 y 17] no acuden al liceo, de acuerdo con
la Encuesta de Condiciones de Vida 2014.
Tampoco se logran solventar
dos cuellos de botella: conseguir cupo para primer grado e ingresar al
primer año de bachillerato. Mientras que la deserción escolar se ubica en 20%
en Carabobo. “Escuelas de dos turnos se convirtieron en centros integrales,
como la escuela bolivariana Pedro Castillo que tenía 2 turnos. Si antes tenía
una capacidad de 1000 alumnos [500 en cada turno], ¿para dónde van los otros
500 estudiantes si no se amplió el plantel? La interrogante de Delgado sin
respuesta oficial.