La basura y escombros invaden la vía. (Foto Héctor Freile)
Sara Pacheco
El Asentamiento Campesino Los Samanes, en la parroquia Rafael Urdaneta del sur de Valencia, fue fundado hace 35 años. Habitan más de 2 mil personas. Vecinos estimaron que actualmente viven las peores carencias.
Esta comunidad escondida a los ojos de quienes transitan la vía al Hipódromo tiene varios problemas. En primer lugar la ruta que lleva a las casas está deteriorándose. «Aquí echaron una capita por encima y listo. Eso no aguantará mucho», manifestó Ángel Martínez, residente.
Diariamente circulan vehículos livianos, pesados y camionetas de pasajeros. Existen solo dos rutas de “rapiditos”, se desplazan entre El Asentamiento y Plaza de Toros. El constante paso de automóviles aceleró el daño al pavimento.
La inseguridad es otro martirio. Martínez afirmó que el sitio era tranquilo, pero la llegada de invasiones alrededor agravó los actos delictivos. “Hace unos días atracaron una camioneta de pasajeros completa, también hace poco abusaron de una señora. Tuvo que vender su casa”.
El patrullaje se clasifica como poco o nulo. Un vecino, quien prefirió no identificarse, expresó que de existir un módulo policial cerca la situación sería un poco diferente. Atribuyen la proliferación delictiva a la falta de alumbrado público. La oscuridad es la reina de la zona.
Sin embargo, la principal molestia tiene que ver con un nuevo basurero. En febrero reubicaron algunas familias en la Ciudad Hugo Chávez, los escombros de sus hogares aún se mantienen en el sitio. Se convirtió entonces en el lugar perfecto de otras comunidades y dueños de vehículos grandes, para arrojar los desechos.
El camión del aseo urbano pasa lunes y jueves pero nunca se ha llevado la basura de la vía principal, sentenció Ángel mientras buscaba un sitio apartado del fuerte olor. La comunidad pide atención de los organismos competentes, están cansados de vivir con tantas fallas.
