Hoy se cumplen 61 años del debut de Luis Aparicio Montiel. (Foto Archivo/El Carabobeño)

Fue el 18 de noviembre de 1953, Día de La Chinita, patrona venerada por los zulianos, que ocurrió uno de los momentos más importantes del béisbol venezolano.

En esa jornada inolvidable, se enfrentaron los acérrimos rivales zulianos de la época, Gavilanes y Pastora, choque celebrado en el recordado estadio Olímpico de Maracaibo, en el marco del torneo Rotatorio en el cual también participaron Navegantes del Magallanes y Leones del Caracas.

En ese campo se produjo el debut del Luis Ernesto Aparicio Montiel, único venezolano exaltado al Salón de la Fama de las Grandes Ligas, y uno de los peloteros más queridos por la afición gracias al extraordinario talento que exhibió como jugador en el campocorto.

Ese día, el mánager de Gavilanes, el estadounidense Ralph Krees, colocó al viejo Aparicio en su alineación como shortstop y primer bate. Su tío, Ernesto Aparicio, dueño del conjunto rapaz, presenció la inolvidable escena.

“El Grande”, como era conocido el padre Aparicio, salió a tomar turno en el primer inning. Después de dejar pasar un envío en bola del abridor de Pastora, Howie Fox, Krees pidió tiempo para hacer un cambio. Así, el padre le entregó el bate al hijo, quien falló con rodado a la inicial en su primer turno como profesional.

19 años tenía Aparicio hijo, al momento de estrenarse y hoy se cumplen 61 años de aquel capítulo histórico del béisbol criollo.

Una nutrida concurrencia llenó el parque de pelota y observó la atípica escena. Aparicio Ortega era considerado como la estrella del béisbol zuliano, mientras el joven debutante iniciaba su andar en los diamantes para emular las hazañas de su progenitor, y concebir unas tantas más.

Al día siguiente, el 19 de noviembre, disparó su primer hit ante el pitcher estadounidense Ralph Beard.

En Venezuela, Aparicio jugó 13 temporadas en la LVBP con Gavilanes (1), Leones del Caracas (1), Tiburones de La Guaira (6), Águilas del Zulia (2) y Cardenales de Lara (2). Fue el Novato del Año en la campaña 1953-1954 y de por vida dejó promedio de .261, se robó 58 almohadillas y conectó 393 hits.

También trabajó como técnico en conjuntos como Navegantes del Magallanes, Petroleros de Cabimas, Cardenales, Águilas y Tiburones.

Camino al olimpo

Parte de los momentos más importantes de su carrera llegarían en el beisbol norteamericano. Firmó con los Medias Blancas de Chicago y tres años después llegó a las Grandes Ligas, donde comenzó una carrera brillante caracterizada por su excelencia con el guante (nueve premios Guante de Oro).

Su debut se registró el 17 de abril de 1956, con los Medias Blancas de Chicago, sustituyendo al también venezolano Alfonso Carrasquel. Al final de esa temporada fue nombrado Novato del Año.

Jugó con Chicago hasta 1963 cuando fue cambiado al equipo Orioles de Baltimore, novena con el cual jugó hasta 1967.

Al finalizar la temporada, Aparicio regresó a los Medias Blancas donde permaneció hasta 1970; y al finalizar esta temporada fue cambiado a los Medias Rojas de Boston donde jugó entre 1971 y 1973.

Aparicio, famoso por usar el número 11, ostenta el liderato en bases robadas de la Liga Americana durante nueve años seguidos (1956-1964), con un total de 506 cojines estafados en su carrera, y un anillo de Serie Mundial con los Orioles en 1966.

Tuvo 13 nominaciones al Juego de las Estrellas y revivió la jugada del robo que para aquella época estaba casi en el olvido. Nueve años después de retirarse, 1984, su nombre quedó inmortalizado para siempre al ser exaltado al Salón de la Fama.




Estimado lector: El Diario El Carabobeño es defensor de los valores democráticos y de la comunicación libre y plural, por lo que los invitamos a emitir sus comentarios con respeto. No está permitida la publicación de mensajes violentos, ofensivos, difamatorios o que infrinjan lo estipulado en el artículo 27 de la Ley de Responsabilidad en Radio, TV y Medios Electrónicos. Nos reservamos el derecho a eliminar los mensajes que incumplan esta normativa y serán suprimidos del portal los contenidos que violen la Constitución y las leyes.