Las librerías cuentan con poca mercancía. (Foto Rodrigo Vegas)
Dayrí Blanco
Con 17 mil bolívares, Magaly Ortega compró en 2014 la lista de útiles y los uniformes de sus dos hijos. Este año calcular un monto no es sencillo. El desabastecimiento de productos escolares así lo ha determinado. Entre 20% y 30% se ha detectado la caída de los inventarios de insumos para la manufactura de estos artículos, y en la red de comercialización la cifra se replica. Y los precios de lo poco que se consigue tienen un incremento de hasta 700% respecto a la temporada anterior.
La variedad no existe en los establecimientos. No hay camisas azules ni beige, tampoco las tradicionales medias ni monos deportivos, y las tallas de pantalones y faldas son limitadas. De 15 proveedores que llegaban para esta fecha al negocio que administra Eridania Torres, este año solo han ido a ofrecerle mercancía cuatro, y ya ninguno trabaja con el sistema de crédito.
Muchas textileras han cerrado sus puertas, le explicó el vendedor José Duarte a Ortega, para justificar la falta de uniformes, quien se sorprendió más por los precios que por la escasez. La misma falda que le compró a su hija en 2014 en 590 bolívares cuesta mil 500, lo que es igual a más de 150% de aumento, y el pantalón para su hijo de 10 años pasó de 699 bolívares a tres mil 299, que se traduce en 370% más.
Onil Cárcamo, propietaria de una tienda de ropa, con lista de precios en sus manos detalló que la chemise roja de preescolar dejó de llegarle en 480 bolívares y ascendió a tres mil 870, monto al que hay que sumarle el 12% del IVA y el 30% del margen de ganancia.
Entre estantes vacíos y unos cuantos productos escolares exhibidos, las librerías registran incrementos de 500%. Todo esto es consecuencia de una necesidad de 200 millones de dólares que requiere la industria para abastecer el mercado de acuerdo a la demanda de la temporada.