Litzy Sanz Nava | lsanz@el-carabobeno.com
Los
lápices y las gomas de borrar entraron en descanso hasta septiembre.
Las vacaciones escolares comenzaron para niños, adolescentes y universitarios
por igual. Venezuela confronta dificultades económicas, por lo que
se abren nuevas interrogantes sobre las opciones recreativas en
contraste con los salarios y el precio que hay que pagar por divertirse.
Muchos padres, mientras sus hijos les exigen nuevas
experiencias y lugares atractivos, contemplan entres las opciones más baratas
las playas del litoral carabobeño. Y así fue este fin de semana en la zona. Visitantes
que llegaron desde el centro urbano del país a disfrutar de las playas
reconocen que su presupuesto para vacacionar deja
pocas opciones. De allí que se dirijan entonces hacia esta zona.
Los espacios costeros de Quizandal,
Sonrisa, Huequito, El Palito e Isla Larga
contaron con grupos familiares que con mucha cautela financiera
acudieron para regalarse un par de días de vacaciones.
El circuito de balnearios locales bordeados por aguas cálidas, es la elección más
recurrente para llevar a la familia. Pero incluso esa opción lleva gasto y
complicaciones. A la playa no se puede ir si no se lleva muchas provisiones o
dinero, apuntó Mariana Rivero una madre
soltera que tiene dos hijos a quienes quiso premiar con un fin de semana
playero por las buenas notas en los exámenes finales.
Las familias que tienen auto también se ven beneficiadas
con opciones como casco histórico, Fortín Solano y otros escenarios
emblemáticos de los municipios costeros.