Beatriz Rojas
La costumbre española de comer uvas el 31 de diciembre para despedir el año viejo y recibir el nuevo, fue asumida por muchas familias venezolanas desde tiempos remotos.
No obstante este año todo parece indicar que en la mayoría de los hogares no se podrá cumplir con esta tradición, por los altos precios de las uvas.
A finales de diciembre del año pasado, los clientes estaban asombrados porque las uvas criollas se ofrecían en 300 bolívares el kilo, y la importada en 600.
Los precios esta vez se elevaron con creces. Las uvas criollas cuestan mil bolívares más y las importadas mil 400 adicionales.
En el mercado periférico la Candelaria, hay gran cantidad, pero la mayoría de los clientes preguntan precio y pasan de largo. Algunos comerciantes se atrevieron a comprar las uvas importadas para venderlas en dos mil bolívares el kilo.
“Yo compré ocho kilos y hasta la fecha solo he vendido uno, pero seguro antes del 31 los vendo todos. A la gente le gusta cumplir sus tradiciones”, comentó Pedro Sandoval en el periférico la Candelaria.
Lo cierto es que muchas personas no aguantan los altos precios, por lo que buscan otras opciones. Una de ellas es la mandarina, que hasta hace poco estaba en 200 bolívares y el kilo ya va por 300 en algunos comercios.
Todo es cuestión de que la gente tienda a pensar que va a tener prosperidad y mucha suerte en el año venidero, consumiendo alguna fruta en particular.
Hasta 500 bolívares también piden los comerciantes por una manzana de mediano tamaño, lo que indica que no muchas personas la comerán el 31 de diciembre. No hay que olvidar que esta fruta también es importada.
