La calidad del agua es todavía una asignatura pendiente para las autoridades de la entidad carabobeña. Así lo denunció la Cámara de Pequeños-Medianos Industriales y Artesanos del estado Carabobo (Capemiac), tras reportar recientemente un incremento de trabajadores con problemas de salud derivados de esta situación.
Ardor en la piel, diarrea, vómitos, cistitis, entre otras patologías, se ven reflejadas en el aumento del ausentismo laboral registrado por las industrias que agrupa Capemiac, detalló este viernes a El Carabobeño Elizabeth Brandt, presidenta de la cámara.
Ante este problema de salud pública que padecen los carabobeños desde hace aproximadamente 10 años, Brandt pidió a todos los afiliados y no afiliados a certificar mediante laboratorios especializados la potabilidad del agua que usan en los procesos industriales y para el consumo de sus trabajadores, a fin de prevenir enfermedades.
A juicio del presidente de la Comisión de Ambiente de Capemiac, Manuel Pérez Rodríguez, la calidad del agua de consumo sigue siendo un grave factor que deben tomar en cuenta los industriales, en especial por los posibles riesgos asociados a la presencia de toxinas disueltas en ella, provocadas por las siano bacterias presentes en el embalse Pao Cachinche.
La presencia de bacterias en el agua que se distribuye en Carabobo es tan alta que en las casas, lugares de almacenamiento y tuberías se producen malos olores, debido a la descomposición de las siano bacterias muertas, explicó el también ingeniero.
“Exhortamos a los representantes de los gobiernos locales, regionales y nacional a que soliciten el auxilio de las universidades y especialistas en la materia para investigar la concentración de estas sustancias en el agua, distribuida por el acueducto regional del centro”, dijo Pérez Rodríguez, quien además resaltó que hasta la fecha no han recibido ningún tipo de respuesta o solución.
Aumento de precio
Además de los problemas relacionados con la calidad del agua, las Pymes en Carabobo ahora se enfrentan a significativos aumentos realizados por la estatal Hidrocentro en los precios del servicio, sin ningún tipo de parámetro ni regulación, ya que en la mayoría de las empresas no han instalado medidores.
La presidenta de Capemiac apunto que el incremento más reciente fue de aproximadamente 1600%. Empresas que antes pagaban 230 mil al mes, ahora deben cancelar hasta cinco millones de bolívares por un servicio con el que pueden contar únicamente tres veces a la semana.
“Los industriales y empresarios siempre tendremos la disposición de pagar el precio real de los servicios públicos, como el caso del agua, pero que al menos eso se vea reflejado en la calidad de lo que recibimos”, agregó.
