Aturdidos estamos todos, por las noches en nuestros hogares no falta la conversación sobre las tragedias del día, los escándalos repetidos y la nostalgia por un futuro que paradójicamente quisiéramos que fuese como el pasado. Solo soñamos con “Volver al pasado”. “20 años no es nada” reza un tango famoso, pero para nosotros la terrible carga de los últimos 20 años ha sido nefasta

Las implicaciones de esta última denuncia son múltiples y se definirán en un futuro cercano

La reciente lluvia de anuncios desde el extranjero sobre la multiplicidad de atropellos al ciudadano en Venezuela, los escándalos de corrupción como Odebrecht y la guinda de la torta: las acusaciones formales contra el Vicepresidente Tareck El Aissami implicado en narcotráfico han creado una turbulencia enorme en el país. Las implicaciones de esta última denuncia son múltiples y se definirán en un futuro cercano ya que nada menos que el Vicepresidente de uno de los países con mayores reservas de petróleo del mundo, con recursos mineros incalculables, con una sociedad civil acorralada y hambrienta, con una estructura política opositora muy débil y con una fuerza militar acobardada, sumisa, dependiente del imperio cubano, llegará a la presidencia de la república en cualquier momento. Ya el Presidente actual le delegó atribuciones especiales y el TSJ lo habilita para que con dos nacionalidades sea presidente. Este mensaje, que pareciera no lo quieren entender internamente en el país retumbó en el norte “loud and clear”, y la respuesta no se hizo esperar: el Vicepresidente de Venezuela es denunciado por su implicación en narcotráfico. Y a esto habrá que agregar la posibilidad de que sectores terroristas islámicos estén conectados con El Aissami, como lo ha denunciado el periodismo informativo de CNN. Esto nos aturde

No menos aturdidos estamos al iniciar cualquier día de nuestra vida cuando nos enfrentamos a una inflación grosera y aplastante. Subsistencia es el lema de vida para el ciudadano y es entonces cuando el reto de mantener la honestidad e integridad comienza a fisurarse. Parecemos escaladores de muros para alcanzar mes tras mes la ahora muy codiciada canasta básica. A esto hay que agregar que somos pasto de la delincuencia. Salimos de casa con la incertidumbre de “cuando me atracarán”, “cuando me tocará mí, una y otra vez”. Igualmente un tercer factor del día a día lo constituye la ineficiencia, deterioro y carencia de absolutamente todo, independientemente de si es sector público o privado o de cualquier actividad que Ud. pueda imaginar.

Finalmente y ante este panorama actual volvemos la vista a nuestros mecanismos de defensa y lucha en contra del sistema que nos ha destruido durante dos décadas y es entonces que surgen por un lado las instituciones académicas, culturales o económicas las cuales lamentablemente en la actualidad no ejercen ninguna influencia para moldear las acciones gubernamentales signadas por incompetencia, corrupción y atropello.  Nos queda así la acción política opositora la cual en estos momentos parece un grupo de abejas a las cuales le rompieron el panal, giran sin rumbo  solo generando ruido de declaraciones cuyo objetivo es solamente mantener la presencia publicitaria y no realmente lograr un impacto de cambio. No se trata de cuestionar a la MUD a ultranza, sino de reposicionar sus acciones ante este nuevo panorama político en el cual hay que dirigir el objetivo a luchar contra una dictadura absoluta y no divagar en elecciones regionales las cuales no se realizarán nunca o entregar “nuevas” peticiones para diálogo. Nadie cree que sea fácil o sin riesgos, pero sin lugar a dudas no se logrará con las estrategias desarrolladas hasta el momento. Parecería que la fusión de los entes políticos diversos en una sola mesa está llegando a un punto de estancamiento y posiblemente esta encrucijada política nos lleve a la necesidad de diversificar las opciones y encontrar un liderazgo que apunte al objetivo final y único, el cual es la sustitución del régimen actual

Es así como los venezolanos estamos aturdidos. Sentirnos gobernados por delincuentes señalados de narcotraficantes, vinculados al terrorismo ya no solo latinoamericano como lo son las FARC o el ELN, sino también al terrorismo islámico o Hezbola, inmersos en corrupción como los boliburgueses, empresas de maletín u Odebrecht. Vivir el día a día golpeados con la inflación astronómica y la delincuencia sin ningún tipo de freno. Todo esto dentro del deterioro, ineficiencia y carencia de todo. Más aun nos aturde la desesperanza motivada por sentirnos indefensos para luchar ya que nuestra organización política opositora está a la deriva en términos de objetivos y posibilidad de logros con la estructura y funcionamiento actual. Sin embargo, creo firmemente que un nuevo panorama renacerá con liderazgo claro hacia un mejor país, porque la fuerza de la gente seguirá sin titubeos rumbos que no divaguen ni negocien. Los ciudadanos estamos simplemente esperando




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