A Carmen Ortega la recibió un vigilante. La puerta estaba cerrada y ella solo quería entrar. Tenía un fuerte dolor de estómago y había vomitado no menos de cinco veces esa mañana. «Señora no estamos trabajando», le dijo el uniformado, y ella solo recordó que la noche anterior había decretado Carabobo como territorio 100% Barrio Adentro. Pero ese Centro de Diagnóstico Integral (CDI), ubicado a dos cuadras de su casa, es parte del 75% de esa red de salud que está cerrado en la región.
La realidad es evidente. En el estado la misión Barrio Adentro no funciona. Pedro González, secretario general del sindicato de ese programa en Carabobo, explicó que en lo que va de 2017 fueron robados 30 de los 47 CDI. «El hampa hizo que se clausuraran». Se quedaron sin equipos vitales para hacer estudios ecográficos, las salas de cura, emergencia y hospitalización están inoperativas al quedarse sin aires acondicionados en los que se perdió más de 28 millardos de bolívares.
El sindicalista está convencido que en Carabobo las condiciones no están dadas para decretarlo 100% Barrio Adentro. Los anuncios de módulos inaugurados corresponden a consultorios pequeños tipo 2 en los que solo se atenderán consultas. «Eso no soluciona la crisis en cuanto a infraestructuras del sistema de salud».
BACHAQUEO DE MEDICINAS
Solo 5% de las medicinas que se importan desde Farmacuba es destinado a la atención de los pacientes que acuden a los CDI y módulos Barrio Adentro. «El resto se los venden a los bachaqueros».
La denuncia de González apunta a comercios informales que se instalan en mercados populares de la zona en los que son revendidas estas medicinas. «Piden tres mil bolívares por un antihipertensivo, dos mil 500 por un antibiótico, doce mil por una solución y cinco mil 500 por un paquete de guantes de látex».