Padre Torreiro asistió a jornada de reflexión en el auditorio de la Cámara de Comercio de Valencia. (Foto Andrés Galindo).

Para el padre Carlos Torreiro, director de Cáritas de Valencia, los casos de desnutrición en Venezuela no solo deben quedarse en estadísticas, sino también tomar en cuenta el drama que día a día se vive en muchos hogares del país.

El sacerdote manifestó que son niños y niñas con historias concretas que padecen hambre y desnutrición, y que tampoco tienen acceso a los medicamentos o insumos básicos para la sobrevivencia. Además carecen de los alimentos necesarios para su supervivencia.

Torreiro expresó que a veces los ciudadanos se quedan solo en las cifras, pero esta es la realidad diaria de muchas familias venezolanas, no solo en zonas rurales sino también en las urbanas.

Igualmente comentó que en su trabajo en Naguanagua, conoce del caso de colaboradoras que no tienen los medicamentos que se requiere para cumplir el tratamiento antihipertensivo, diálisis u otras enfermedades.

El director de Cáritas de Valencia, Padre Carlos Torreiro. (Foto Andrés Galindo)

El padre Torreiro asistió este miércoles a la jornada de reflexión, que sobre el último exhorto del episcopado, sobre la situación del país, se realizó en el auditorio de la Cámara de Comercio de Valencia.

Se le consultó su opinión sobre la agresión que sufrió un padre en Caracas, por parte de una feligrés, por hablar sobre el documento del episcopado, y respondió que sobre este tema los sacerdotes tienen que tener una posición profética.

El religioso apuntó que tal vez algunas personas quieren ver a los sacerdotes dentro de los templos prendiendo velas y echando incienso, pero esa no es la iglesia que Jesucristo fundó.

En su opinión, Jesucristo fundó una iglesia  en donde los valores fundamentales están en la dignidad del ser humano, en la proclamación de la verdad y en la defensa de la justicia.

Torreiro añadió que la iglesia en ningún momento favorecerá la violencia, pues por el contrario, a través de los servicios favorece la solidaridad y los espacios de convivencia fraterna.

El padre considera que lo ocurrido en la iglesia de Caracas, pone en evidencia la polarización que existe en el país. Pero afortunadamente tanto el sacerdote agredido como el resto de los asistentes a la misa, fue de respeto para la señora que mostró disgusto exagerado sobre la lectura del documento de la Conferencia Episcopal.

“Creo que la iglesia pretende ser un espacio de comunión y de fraternidad, y lo estamos logrando”.

El representante de la iglesia católica apuntó que cuando Cáritas realiza las ollas solidarias en cualquier comunidad, nunca pregunta a nadie por sus preferencias políticas.

Simón Alvarado y Carlos Ñañez fueron los ponentes de la jornada de reflexión.

 




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