Unas imágenes del 20 de agosto de 1944 de los periodistas de la AFP (de arriba a abajo de izq a drcha) Claude Martial-Bourgeon, Basile Tesselin, Jean Lagrange, Pierre Courtade, Max Olivier-Lacamp, Vincent Latève, Gilles Martinet y Claude Roussel. AFP

El 20 de agosto de 1944, cinco días antes de la liberación de París, un pequeño grupo de resistentes ocupa la Oficina Francesa de Información (OFI), creada por el régimen de Vichy, y lanza la AFP.

Es un domingo, dos días después de la movilización general decretada por Rol-Tanguy. Los ocho «conspiradores» se dieron cita a las 07H00 en el número 13 de la plaza de la Bolsa, al pie del decrépito edificio de la antigua Agencia Havas, que alberga a la OFI desde hace cuatro años.

«Se había convertido en una agencia de propaganda alemana», recordará más tarde Gilles Martinet, uno de los «ocho». El grupo del que forma parte está integrado, principalmente, por antiguos redactores de Havas: Martial Bourgeon, Pierre Courtade, Max Olivier, Jean Lagrange, Vincent Latève, Basile Tesselin, a los que se une Claude Roussel, que acaba de graduarse en la prestigiosa Escuela Normal Superior.

Primera nota

El edificio de la agencia de noticias Havas en la plaza de la Bolsa de París, en una imagen del 1 de enero de 1939. AFP

Hace un calor agobiante, las calles están vacías. Se oyen disparos. Un tanque alemán está estacionado no muy lejos, en la calle 4 de Septiembre.

El pequeño comando, acompañado de dos guardianes de la paz –los únicos que están armados– enviados por el Comité parisino de la Liberación, consigue llegar hasta la escalera del edificio y, desde ahí, a la sala de redacción. Diez cabezas se giran hacia ellos, atónitas.

«Que nadie se mueva, que nadie salga… A partir de ahora, ustedes trabajarán para Francia, en lugar de para los alemanes», exclama Martial Bourgeon. Nadie rechista. Llevan al censor alemán al sótano y lo encierran allí.

Se reparten responsabilidades: Martial Bourgeon, el mayor de todos, toma las riendas, y Gilles Martinet se convierte en su redactor jefe.

Rápidamente, contactan con los equipos de los diarios clandestinos: «Combat», «Défense de la France», «Le Parisien Libéré», «L’Humanité»…

A las 11H30, se publica la primera nota: «Los primeros diarios libres desaparecerán. La Agencia francesa de prensa les envía su primer servicio…». Hasta el fin de los combates, los despachos se realizan con unas duplicadoras rudimentarias y son distribuidos por ciclistas entre los diarios y los centros de mando de la Resistencia.

Unos periodistas de la Agence France-Presse discuten los resultados del referéndum sobre la adopción o el rechazo de la constitución el 13 de octubre de 1946 en París. AFP

El 23, llega Fernand Moulier quien, junto a otros, ha sentado las bases en Londres de una agencia francesa independiente dotada de un embrión de red internacional. Los periodistas de la Resistencia y los de la Francia libre se unen.

Rápidamente, el equipo de la plaza de la Bolsa va ganando volumen. Duermen allí mismo, recurriendo para alimentarse a las reservas del Caneton, un restaurante cercano que había servido de comedor para los oficiales alemanes. En el menú: paté, foie gras y vino de alta calidad.

Los reporteros recorren en bici los alrededores de París, para encontrarse con las tropas aliadas y de la 2ª División Blindada. En la prefectura, Basile Tesselin ordena instalar un teléfono directo en el cuarto de baño del apartamento del prefecto. Será él el primero que anuncie, el 25, la entrada en París del general Leclerc.

Nuevo modelo

Unos empleados de la agencia de noticias Havas transmiten las noticias a sus oficinas en las regiones francesas el 1 de enero de 1939 desde la plaza de la Bolsa de París. AFP

«Todo se había decidido un mes antes, la estrategia, la táctica y, sobre todo, el objetivo», que era recrear una gran agencia de prensa francesa capaz de hacer oír su voz en los cuatro confines del mundo, heredera de la agencia Havas (fundada en 1835), contará más tarde.

Pero Havas era una empresa privada, que tenía una rama de información y una de publicidad. «Los capitalistas que gestionaban el asunto se cansaron de ver que la información hacía perder buena parte del dinero que reportaba la publicidad. Y por eso se decidió la separación, en 1935, de las dos actividades y, forzosamente, la injerencia del Estado, a través de una subvención, en la rama de información».

«No queríamos ninguno de esos dos inconvenientes: el de la gestión privada, necesariamente caprichosa y demasiado apegada al interés financiero, ni el de la injerencia estatal […], menos preocupada por el interés de Francia que por el del partido en el poder», explicaría más tarde, en sus memorias, Basile Tesselin.

Unos periodistas trabajan en la redacción de la agencia de noticias Havas en la plaza de la Bolsa de París el 1 de enero de 1939. AFP

El estatus inédito de la AFP tardará un cierto tiempo en ser entendido. Fue creado por la ley del 10 de enero de 1957 y aprobado por la unanimidad de la Asamblea Nacional, que le garantiza su independencia.

La AFP, cuya sede sigue situada en la plaza de la Bolsa, es hoy una de las tres grandes agencias de prensa mundiales, con Reuters y Associated Press. Sus periodistas están presentes en más de 150 países. AFP




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