Alimentos, medicamentos, repuestos de toda clase y uso siguen trasladándose en la línea de frontera en ambas direcciones. Esto, ha provocado que en el estado Táchira y sus alrededores exista venta de insumos prioritarios, los cuales disimulen la escasez de productos que atraviesa el estado.
El transporte automotor de carga ha sido sustituido por “personas de carga”, quienes se especializan en el traslado de mercancía, legal e ilegal. Incluso, los individuos han encontrado en esta actividad su sustento económico, pese a los riesgos respectivos que acarrea la labor.
El trabajo consiste en cargar sobre sus espaldas bultos de cien kilos de peso, los cuales son distribuidos por cientos de hombres. Ellos, se mueven por los únicos caminos existentes, integrando una compleja red de trabajo, relaciones y trámites, lo cual evidencia la razón de vida de la frontera.
De alguna forma, esta actividad es la razón por la cual no se manifiesta el desabastecimiento de alimentos y de otros artículos prioritarios, puesto que del otro lado de la frontera, se aprecia la abundancia en las decenas de puestos informales de venta de productos colombianos.
El intercambio legal
De acuerdo con datos de la Cámara de Comercio Colombo-Venezolana, el comercio total entre ambos países se ha reducido aproximadamente un 82%, si se compara con los números del 2015.
Los números indican que, en ese año, el volumen total de las operaciones del comercio binacional sumó un mil 331 millones de dólares. Mientras que para el 2019 solo se registró un volumen de negociaciones por un monto de 241 millones de dólares.
De la misma forma, las exportaciones que Colombia realizaba a Venezuela también sufrieron una dramática caída, dado que en 2015 las exportaciones totalizaron un mil 50 millones de dólares y en 2019 apenas alcanzaron 196 millones.
A partir de febrero 2019, como efecto de la obstaculización del paso por los puentes con los contenedores soldados a la estructura metálica, el intercambio experimentó una nueva caída de casi 50%, si se compara con los números de 2018, cuando el intercambio binacional registró 479 millones de dólares.
En Cúcuta de acuerdo con reabrir los puentes
Por otra parte, autoridades municipales de Cúcuta han manifestado estar de acuerdo con la pronta reapertura de la frontera, por cuanto lo consideran como el elemento básico para el inicio de la reactivación de la economía fronteriza binacional.
La apertura del tránsito fronterizo aliviaría el paso legal y sin dificultades, en especial de medicinas y alimentos desde Colombia hasta Venezuela, dando un respiro a la situación crítica que se vive en Venezuela.
Además, reduciría de forma importante el tráfico de venezolanos hacia Cúcuta, lo que a su vez, facilitaría un cambio favorable en las políticas asistenciales de San Antonio y Ureña, que igualmente verían disminuir el exceso de población flotante.
Con información de La Nación
