Comencemos por explicar que es la insulina, de seguro lo habrán escuchado con mucha frecuencia. La insulina es una hormona que se produce en un órgano llamado páncreas, la misma regula la presencia de glucosa en nuestro cuerpo sobre todo a nivel del músculo, tejido adiposo (grasa), corazón e hígado.
Cuando se presenta obesidad, ovarios poliquísticos, una mala alimentación que en ocasiones no se acompaña exclusivamente con sobrepeso u obesidad, se puede experimentar la elevación de la misma, que puede llevar a un cambio en tu metabolismo y en la función de tus hormonas. Hoy día incluso se ha visto una relación importante de los estrógenos (hormona femenina) en la regulación de la insulina, por lo tanto, ellos podrían ocasionar aumento o disminución de las necesidades.
En ginecología una patología frecuente que trae consigo la alteración de la insulina es el Síndrome de ovario poliquístico, además de la alteración de otras hormonas como la Androstenediona. Esto puede manifestarse con la presencia de acné, cabello grasoso, aparición de vello en zonas inesperadas. La fertilidad se puede ver afectada debido a la disminución o ausencia de la ovulación, etapa importante del ciclo menstrual para quedar embarazada.
El Hiperinsulinismo o la elevación de la insulina también se puede manifestar con aumento de peso llevando a un índice cintura – cadera alterada. El aumento de la grasa corporal induce a un desequilibrio hormonal a favor de los estrógenos lo que se conoce como estado hiperestrogénico, generando aparición de miomatosis uterina, sensibilidad mamaria o la presencia de mastalgia, condición fibroquística mamaria, irregularidades con el ciclo menstrual ya sea con menstruaciones abundantes o se distancian los ciclos a más de dos meses, acompañadas de dolor pélvico.
Si estás en búsqueda de embarazo es fundamental la consulta preconcepcional, ya que si no se hace un diagnóstico a tiempo, puede condicionar a complicaciones en el embarazo tanto para el feto como para la madre, propiciando la aparición de diabetes en el embarazo, así como fetos con bajo peso o muy alto peso, amenazas de parto antes de tiempo, oligohidramnios (disminución del líquido amniótico), entre otras complicaciones.
Si te identificas con alguno de estos síntomas debes acudir a tu médico, para que pueda indicar los exámenes en sangre pertinentes y así diagnosticar la presencia del Hiperinsulinismo. El tratamiento principal para regular esta alteración es un cambio de estilo de vida definitivo, sumado a una alimentación saludable sin carbohidratos procesados y actividad física.
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