El Ministerio de Ecosocialismo del gobierno de Nicolás Maduro anunció mediante un comunicado que debido a la presencia de hidrocarburos y posibles derivados aún no identificados en parte del Golfo Triste de Falcón, desde el martes 4 de agosto desplegó cuadrillas operativas para realizar labores de saneamiento e incorporar barreras oliolíficas para evitar el desplazamiento de las manchas hacia otra costas.
En el documento publicado por el ministro de Ecosocialismo, Oswaldo Barrera, se señaló que también fue dispuesto un “equipo técnico especializado para el despliegue permanente desde los lugares afectados, a fin de tomar las medidas necesarias y determinar responsabilidades”. La recolección de muestras por parte de la comisión designada para el “adecuado diagnóstico y control” ya habría iniciado.
Además de las cuadrillas dispuestas por las autoridades ambientales, a las jornadas de saneamiento se unieron varios activistas ecológicos. Sin embargo, el diputado y representante de Falcón ante la Asamblea Nacional (AN), Luis Stefanelli, advirtió que pese a los esfuerzos de los grupos ecologistas, el derrame de residuos llegó al “muy frágil” Parque Nacional Morrocoy.
Stefanelli, quien además es miembro de la Comisión Permanente de Energía y Petróleo dela AN, responsabilizó a la refinería El Palito por lo ocurrido en la costa falconiana, ya que el derrame de desechos habría tenido como origen la laguna de oxidación del centro de refinación carabobeño, la cual se habría desbordado la semana pasada por falta de mantenimiento.
En este tipo de desastres ambientales “simples jornadas de limpieza y saneamiento, que son realizadas cuando el problema está a la vista, y sin una sincera investigación para cuantificar magnitudes, el impacto ambiental y deterioro ecológico es irreversible”, aseveró la ONG Fundación Azul Ambientalistas.
Según la organización dedicada a la preservación y defensa del medioambiente, en las costas venezolanas ya se ha hecho recurrente la constante presencia de hidrocarburos derramados. “Está demostrado que la permanencia en el tiempo de petróleo en las costas y en cuerpos acuáticos, sufre un proceso de degradación progresiva que aumenta su agresiva afectación en los ecosistemas, con un complejo impacto ecológico”.
La Fundación Azul Ambientalistas expuso que el Estado venezolano y la industria petrolera deberían contar con los recursos, desplazamiento de personal y tecnología para enfrentar este tipo de desastres e iniciar labores inmediatas, ya que la acción voluntaria para brindar colaboración se hace difícil en tiempos de cuarentena por la COVID-19 y la escasez de combustible.
Hasta la fecha los representantes de la cartera de Ecosocialismo no han emitido un parte oficial que incluya la determinación de las causas del derrame ni el impacto que tuvo en las playas. Reportes extraoficiales indican que se vieron afectados más de cuatro kilómetros de línea costera, principalmente en Boca de Aroa y Tucacas. También estaría afectados algunos cayos del Parque Nacional Morrocoy, como Paiclá, Sombrero, Playa Norte, entre otros.
