Tiburones de la Guaira tuvo una noche de inspiración, este viernes en el Parque de la UCV. Todo le salió bien, aunque la ofensiva fue lo que más destacó. Gracias a eso, los escualos dominaron a Caribes de Anzoátegui, 14 a 4, para volver a la senda del triunfo después de caer dos noches consecutivas contra Águilas del Zulia.
Por la buena noche de los bates litoralenses los paleadores descollantes abundaron y uno de ellos fue el experimentado José Castillo, quien se fue de 6-4 con par de carreras remolcadas.
“Vi a los muchachos muy bien”, comentó el llanero. “Nunca hemos bajado las cabezas a pesar de las derrotas por muchas carreras. Todos los días no se puede batear o lanzar de buena forma, pero hay que hacer las pequeñas cosas para que todo salga bien, como pasó. Todos pudimos hacer el trabajo”.
Si bien la tribu se fue arriba en el primer inning, con una rayita de Rafael “Balita” Ortega, las embestidas de Tiburones facilitaron una victoria cómoda. En el segundo capítulo el equipo pisó cuatro veces el plato, y en el tercero anotaron en siete ocasiones. Hasta cuatro brazos anzoatiguenses desfilaron en dicho lapso.
“Como siempre hoy tenía la mentalidad de ayudar al equipo, pues me da una responsabilidad muy grande al ser el hombre de la experiencia”, dijo castillo, quien pasó los 950 hits en la LVBP. “Trato de encender la chispa que siempre hace falta. No estábamos preocupados porque solo pasábamos por un mal momento, y los buenos equipos son los que saben controlar esas malas rachas”.
La victoria fue para el boricua Jonathan Albaladejo (3-2), quien trabajó 5.0 innings y permitió las tres anotaciones de los aborígenes.
“En los momentos que los muchachos bateaban traté de mantenerme lo más caliente posible. Corrí en el clubhouse y lancé una pelota pesada”, contó el tirador derecho. “Hoy, en vez de atacarlos con rectas, utilicé pitcheos rompientes y todo salió bien”.
El juego perdido fue apuntado a la cuenta del derecho Yeiper Castillo (2-3).
Con información de prensa LVBP