“La media de codificación para la motivación al logro [de la sociedad venezolana] fue de 0.36. La media de motivación a la afiliación fue de 0.69. La media de motivación al poder fue de 2.04. 11% del material codificado contenía imaginería de logro; 26% contenía imaginería de afiliación y 66% imaginería de poder”.
“En una comparación con una muestra internacional de 45 países, solamente 3 países señalan una codificación en temas de poder más elevada que la de Venezuela, y solo 2 una codificación más baja en logro”.
“La incapacidad de anticipar obstáculos parece confirmar la impresión de que los individuos con este tipo de motivación [las señaladas en los párrafos anteriores] frecuentemente creen que su éxito o su fracaso se deben al destino. Se sienten incapaces de influir sobre la dirección tomada por los acontecimientos y de anticipar los problemas”.
“En líneas generales estas tendencias cualitativas de las tres motivaciones… permanecieron básicamente invariadas durante las tres épocas analizadas, es decir, las [décadas] de los años 30, 50 y 70”.
“Los valores y las motivaciones de las personas tienen su origen primario en… el sistema de educacional informal de un país, es decir, la familia, la forma de crianza infantil, las vías masivas de comunicación, el sistema de propaganda y las interacciones de grupos a diferentes niveles…Tanto la literatura popular como la radio, la televisión y los textos escolares [y hoy las redes sociales] ejercen una decidida influencia motivacional”.
“Para… favorecer una mejor proporción de las tres motivaciones… deberá buscarse, en lo posible, una inyección de nuevos estilos de pensamiento y de conducta al proceso de educación informal del pueblo. Algunas sugerencias específicas de programas masivos para cambios motivacionales podrían referirse a textos escolares y a biografías, así como a radio y telenovelas”.
“Se recomienda muy particularmente que las biografías de los personajes famosos enfaticen su sentido humano… Las biografías de los héroes nacionales implican, en cierta forma, que el personaje “nació así” y que fue una persona tan fuera de lo corriente que… ningún niño podría aspirar a parecérsele”.
Las citas corresponden a un estudio realizado en Venezuela en 1974. El “Informe sobre el perfil motivacional del venezolano”, dirigido por el reconocido psicólogo social David McClelland, autor del libro The Achieving Society, estuvo bajo la supervisión de FUNDASE, la Fundación Venezolana para el Desarrollo de Actividades Socioeconómicas (al final del informe, FUNDASE escribió que “la dirección venezolana de la investigación no comparte estos planteamientos del profesor McClelland. Las observaciones y enfoques… por parte de la dirección venezolana, expresados públicamente en conferencias y escritos, analizan la situación desde un punto de vista completamente diferente”).
El informe de McClelland se engavetó por años, hasta que, a principios de los 80, el Laboratorio de Psicología Social de la Universidad de los Andes lo rescató y continuó la línea de investigación con una multitud de trabajos científicos que constituyen el acervo más importante que existe sobre los rasgos colectivos de la sociedad venezolana. La gente de la ULA confirmó y amplió los hallazgos de McClelland, con numerosas publicaciones y estudios de campo, pero luego de una breve efervescencia el tema pasó de moda. La dirigencia social y política del país volvió a sus cubículos y el soberano votó por Chávez en 1998, confirmando -a todo el que quisiera escuchar- el perfil descrito por McClelland y por sus colegas de Mérida.
El perfil motivacional del venezolano debe estar en la base de cualquier esfuerzo de reconstrucción del país, pero no está. A pesar de la evidencia. A pesar de que, sin reformar los valores éticos y productivos de la sociedad, el populismo seguirá vivo y coleando.
