Dusty Baker intentó minimizar errores propios de sus Houston Astros y darle crédito a los aciertos de los Atlanta Braves, que ganaron el primer juego de la Serie Mundial casi desde el primer inning.
ESPN reseñó que la victoria 6-2 de Atlanta sobre Houston en realidad fue una combinación de bateo y motivación contra un muy mal pitcheo en los primeros tres innings, ocasionado por el nervio que provoca el debut en un Clásico de Otoño.
“Fue mi primera Serie Mundial“, dijo el abridor de los Astros Framber Valdez. “No voy a decirles que no sentí presión o que tampoco sentí tensión. Hice todo lo posible por reducir mis nervios, bajar la adrenalina que sentía. Pero no me fue bien“.
Todavía no terminaba de sentarse la gente en el Minute Maid Park, cuando Valdez permitió en su tercer lanzamiento cuadrangular a Jorge Soler, en su primer turno desde que salió lastimado en el segundo juego de la Serie de Campeonato contra Los Angeles Dodgers.
Cuando Valdez terminó su trabajo, mucho antes de lo que sus aficionados hubieran pensando, en particular por la gran demostración que dio en su segunda salida de la Serie de Campeonato, ya había permitido ocho imparables, incluidos dos jonrones, para cinco carreras, sin poder sacar un out de la tercera entrada.
“Es un shock cuando vienes de una gran salida como la que tuvo y después el primer bateador que enfrentas te saca la pelota del parque“, dijo el manager Dusty Baker.
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