El restablecimiento de las relaciones políticas y económicas con Colombia genera expectativas en el sector empresarial de ambos países que ven de nuevo una oportunidad para generar empleo y beneficios económicos por las condiciones territoriales.
Aunque los empresarios venezolanos dijeron en un encuentro en Cúcuta llamado “Acuerdo de la Frontera” que “administrarían” la expectativa para enfocarse en retomar la institucionalidad y convertirse en los socios de Colombia, las interrogantes sobre algunas empresas clave marcaron la jornada binacional.
Monómeros y Avianca fueron dos de las compañías de las que se habló en el encuentro.
Por un lado, Monómeros controlada por la oposición dice que tiene una licencia de Estados Unidos hasta junio de 2023, lo que impide técnicamente que la empresa sea devuelta a manos del gobierno de Nicolás Maduro. Pero desde el gabinete del recién electo presidente Gustavo Petro asoman la intención de devolverla al mandatario de Venezuela.
La semana pasada la Cámara de Comercio de Barranquilla (CCB) frenó la intención del gobierno de Maduro de registrar una nueva junta directiva en Monómeros. La compañía dijo en un comunicado que este era el cuarto intento de la administración chavista.
Pese a la actuación de la CCB, el embajador de Colombia ante Venezuela, Armando Benedetti, dijo que su gobierno trabaja en devolver a Monómeros a quien “realmente le pertenece”, con relación a Maduro.
En abril de 2019, Monómeros pasó a ser controlada por la oposición, luego de que Colombia al igual que Estados Unidos se sumaran a la decena de países que reconocía a Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela.
El 23 de enero de 2019 el entonces presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, se juramentó como presidente encargado de Venezuela. En ese momento Guaidó argumentó ampararse en los artículos 233, 333 y 350 de la Constitución, que señalan que ante la ausencia absoluta del presidente electo, corresponde a la cabeza del Poder Legislativo asumir sus competencias.
Unos cincuenta países apoyaron a Guaidó y esto derivó en que algunos activos venezolanos en el extranjero, como Monómeros y Citgo, pasaran a manos de la oposición. Hasta ahora esto se mantiene. La situación ha puesto entre la espada y la pared a organismos y gobiernos. El Fondo Monetario Internacional, por ejemplo, aún no aclara cuál es su postura con el reconocimiento.
El gobierno de Gustavo Petro reconoció de entrada a Maduro como presidente de Venezuela, lo que ha propiciado interrogantes sobre activos como Monómeros, una empresa de agroinsumos esencial para la alimentación en Colombia.
El embajador Armando Benedetti dijo que uno de los planes que tienen es dejar de importar maíz de Canadá y generar entre 250.000 y 400.000 empleos nuevos. Y que el gobierno de Maduro estaría dispuesto a darle descuentos de hasta 25 % en los fertilizantes que produce Monómeros.
Para Colombia el problema no se trata de una empresa venezolana, sino de su seguridad alimentaria. Así lo expresó el ministro de Comercio, Industria y Turismo, Germán Umaña, en el encuentro con los gremios empresariales de ambos países.
La situación de una empresa es algo que se tratará como la situación de una empresa, pero es que el problema para nosotros es distinto, es un problema de soberanía alimentaria, es un problema de crear condiciones para los fertilizantes en un marco de una problemática internacional como la guerra de Ucrania”, apuntó Umaña.
El ministro aclaró que el problema de Monómeros se resolverá de acuerdo con la ley y la Constitución. “El tema para nosotros es de soberanía alimentaria, el tema para nosotros es la disponibilidad de fertilizantes, es cómo vamos a hacer para que la inflación no siga subiendo”.
Los países están afectados por el alza de los precios. La invasión de Rusia a Ucrania elevó el barril de petróleo y de otras materias primas, lo que ha derivado en la búsqueda de nuevos proveedores de gas, de crudo o de trigo. Además, esto ocurre justo después de la etapa más crítica por la pandemia, que también afectó las economías.
Avianca y los temores del pasado
El férreo control de cambio que Venezuela mantuvo entre 2003 y 2018 ocasionó deudas a varias aerolíneas. La situación llevó a muchas a abandonar el país o reducir la oferta de vuelos. La tasa cambiaria de ese momento era un dolor de cabeza para los proveedores.
En la rueda de prensa periodistas preguntaron sobre la deuda y el temor que podría existir en Avianca en cuanto a la seguridad de su tripulación, debido a que en el pasado esta compañía sufrió robos, así como otras líneas aéreas y pasajeros.
El ministro de Transporte colombiano, Guillermo Reyes, dijo que estaría disponible la Superintendencia de Transporte de ese país y los puertos para atender las quejas de los usuarios del sector, que velarán porque el equipaje llegue y que no ocurra algo que genere un perjuicio al momento de que se retomen los vuelos.
“Tenga la certeza de que no ocurrirá lo mismo que en el pasado. Las aerolíneas han mostrado toda la disponibilidad para unirse a las conexiones aéreas”, dijo Reyes, quien adelantó que en octubre podrían despegar los primeros vuelos.
El ministro Umaña indicó que con su país hubo deudas cercanas a los $1300 millones y que luego fueron canceladas hasta reducirse a $150 millones. “Se pagaban en su momento y también otras deudas de diferencias entre ambos países con problemas de facturación, pero el 92 % del problema se resolvió”, aseguró.
La deuda con Avianca lo han resuelto internamente, tan cierto es que está pidiendo la apertura de sus rutas con Venezuela y está a la espera de que la autoridad aeronáutica venezolana de autorización”, dijo Umaña.
Para 2014 Venezuela sumaba unos $3900 millones en deudas –solo con líneas aéreas– debido a las dificultades que tenían las empresas para convertir los bolívares a dólares y poder repatriar esos capitales.
El apoyo de CAF
Los empresarios y autoridades de ambos países firmaron un acuerdo este 18 de agosto en el que buscan restablecer el libre flujo del transporte de carga, de circulación de mercancías y vehículos particulares. Articular instancias de Comercio Exterior para agilizar los trámites y lograr una plena integración.
El Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) ofreció su apoyo a los planes de ambos países en el restablecimiento comercial. “Los tiempos actuales representan nuevos retos y dinámicas, lo que también se traduce en nuevas oportunidades que desde CAF queremos apoyar de manera decidida», dijo el presidente de ese organismo, Sergio Díaz-Granados.
La institución estima que en los próximos años se produzca un aumento de hasta 300 % en el intercambio formal de los productos que circulan por esta frontera. Para 2022 la proyección de MinComercio Colombia es que el intercambio formal genere entre $600 y $1200 millones.
