“La primera víctima cuando llega una guerra es la verdad”
Esquilo

Las realidades detrás de la crisis económica nacional, dan cuenta sobrada de un país en ruinas, que en medio de la indolencia ha instalado un sistema de élites depredadoras al mejor estilo de los escritos obsoletos de Wrigt Mills, una élite que depreda los exiguos recursos de una factura petrolera local, que se emplean para aplicar un cepo cambiario, además de establecer una extracción de la misma hacia el botín personal de la cleptocracia.

En este país no hay nada resuelto en el tema económico, la inflación crece a un ritmo medido por el BCV, que es sencillamente inverosímil, en noviembre décimo primer mes del año, se aprecia una diminuta inflación, que contradice la estacionalidad o sencillamente ratifica, la brutal contracción del gasto público que condena al agobio a más de cinco millones de habitantes, aunado a drama la imagen de abuelos condenados al hambre, aulas vacías, maestros abandonando la profesión y el país naufragando en materia escolar, sanitaria y en servicios públicos.

La política de cepo cambiario deviene, distorsiones atroces en el poder de compra de los dólares en la economía nacional, la destrucción de cualquier fuente alterna de ingresos o el eufemismo de emprender, que no es otra cosa que sobrevivir, aprender un oficio, vivir como un siervo aunque se ostenten grados académicos, pues en el país de Super Bigote, impera la caricatura, el relato felón y el sensacionalismo de utilería que nos destruye como nación, no somos una sociedad pensante, somos un remedo de ex ciudadanos, que simulan para evitar caer en cuenta del horror que vivimos.

Sin embargo, la crisis de la desigualdad es un flagelo, que lacera al alma, pues somos sometidos a vivir, en las conclusiones de los charcos del inconsciente, de quienes direccionan el destino nacional, esas conclusiones vacías son las que no requieren, rango de comprobación, sino que sustituyen las mínimas estadísticas, por el cálculo mediocre del aforo de los Centros Comerciales, que destellan baratijas vendidas a precios altísimos, con el drama de los defenestrados sociales.

Un país de bolsas y cajas de comida pagadas a cambio de libertad y decencia, país de tiza, endeble, inestable, fragmentario y desvanecido, un país de indolencia criminal, del premio al pícaro, del gesto acomodaticio, sin atisbo de valentía y civilidad, salvo el heroico gesto de valor observado, en el claustro de la Universidad de los Andes, la serrana altiva nuestra Universidad, que se atrevió a ser plural y recibir a María Corina Machado, enemiga de esta heredad en el poder, pues no requiere de falacias, mentiras o chantajes, para ser la esperanza de los que hemos perdido todo, menos la vergüenza.

Los datos económicos, demuestran una estabilidad del tipo de cambio de utilería, una ralentización de la inflación a expensas del hambre de cientos y un agobio, por recibir a través de un adefesio digital cualquier limosna, que permita sortear el hambre, los grillos de la ignorancia fueron sacados del mar y colocados en las mentes, de una generación abandonada de escuela, de hogar, de virtudes y valores.

La primera semana de diciembre, se estrena con millonarias adjudicaciones cambiarias que son una bofetada, a los padecientes en las ruinas hospitalarias, a los maestros que se desvanecen de hambre y a los menguados profesores universitarios, que no somos santos, ni apóstoles, somos hombres y mujeres, con necesidades reales, que seguimos financiando el futuro de este agujero negro al cual llamamos destino patrio. El compromiso, tendrá la validez de la utilidad para enseñar en libertad y desgraciadamente, para la tiranía ese cálculo aún nos sigue resultando positivo, pues cada mente que se rescate del horror de la verdad única, es un dique de contención para su proyecto de dominación total.

Finalmente están desesperados y es aquí, en dónde se vuelven más peligrosos y feroces, más criminales, más violentos, de su estafa mentira general, establecida en el referéndum, para consultar la soberanía, del Esequibo, se puede temer todo y esperar nada bueno, lo que nos faltaba un posible conflicto bélico, en medio del horror que han causado solos, son una portentosa máquina para hacer el mal y lo van a seguir habiendo, la receta es no usar sus formas, vigilarlos y estudiarlos, para tener sentido con quienes nos medimos, ya no cabe la duda, que con la maldad hecha narrativa y discurso, , en fin tratar el tema económico es hurgar en una escara purulenta y abierta, que no es posible cerrar.

Venezuela, no se arreglará jamás hasta tanto no salgamos del Estado natural de las cosas, no enderezaremos esto, hasta decidir sí apostar todo o abandonar todo yo me decanto por, continuar, pese a las traiciones, la maldad y la deslealtad, en los ojos de mis estudiantes veo la chispa del progreso, tal vez se exilien, pero no podrán cortar la mecha de lux , que ilumina al estudiante y nos consume a los profesores, por ahora y hasta mi muerte asumo el riesgo de una libertad peligrosa a una esclavitud tranquila.

X @carlosnanezr
IG, @nanezc

 




Estimado lector: El Diario El Carabobeño es defensor de los valores democráticos y de la comunicación libre y plural, por lo que los invitamos a emitir sus comentarios con respeto. No está permitida la publicación de mensajes violentos, ofensivos, difamatorios o que infrinjan lo estipulado en el artículo 27 de la Ley de Responsabilidad en Radio, TV y Medios Electrónicos. Nos reservamos el derecho a eliminar los mensajes que incumplan esta normativa y serán suprimidos del portal los contenidos que violen la Constitución y las leyes.