Dayrí Blanco | @DayriBlanco07
Puerto Cabello ya no se parece a lo que era: el terminal marítimo más importante del país. 35 buques a la semana se registraban cargados de mercancía hace cuatro años. Eso cambió. Durante lo que va de 2017 el promedio es de tres barcos a la semana.
La caída es evidente. 90% menos buques se reciben en los muelles que se muestran vacíos. Antes, los 32 siempre estaban ocupados y había otras embarcaciones esperando un turno en bahía.
Las importaciones en su mayoría son hechas directamente por empresas del estado. Se trata de granos y cereales para la agroindustria que reciben mercancía de forma deficitaria. «Lo que más está llegando es trigo panadero, pero es insuficiente porque el sector necesita al menos 150 mil toneladas al mes y lo máximo que llegan son 120 mil», aseguró Carlos Luis González Wolf, presidente de Fedecamaras Carabobo.
El importador privado tiene nuevas trabas. No les permiten hacer sus compras en el exterior de insumos y producto terminados con recursos propios de divisas obtenidos en el mercado informal porque la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde) regula el precio de venta final calculado a tasa oficial Dipro o Dicom, según sea el caso, a los que solo tienen acceso las empresas públicas.
A esto se le suma la poca producción del sector agrario. Se esperaba sembrar 78 mil hectáreas de arroz y solo se lograron 35 mil, de 48 mil proyectadas para ajonjolí ajonjolí se hicieron 25 mil, y la más grave es la siembra de maíz que se había planificado en un millón 100 mil y apenas se logró cumplir con 300 mil. eso significa un déficit de 70% por falta de agroquímicos, semillas y fertilizantes, que debe suministrar el Gobierno a través de sus empresas. También se requiere la reposición de al menos seis mil unidades de maquinaria pesada que no cumple con sus objetivos en los campos al estar en estado de obsolescencia.
Para el cierre de este año las cifras no son optimistas. El desabastecimiento persistirá ya que no se están haciendo las importaciones necesarias ni las cosechas requeridas para cumplir con la demanda del consumo nacional.
La buena noticia es que se logró incrementar en 20% la exportación de algunos productos, respecto al primer semestre de 2016. Los rubros que se han vendido al exterior son materia orgánica proveniente de la pesca, agricultura, minería y productos procesados de la industria.
