Se puede decir, simplificando, que hay dos maneras de agrupar a la gente hacia el logro de un objetivo y una estrategia comunes: desde abajo hacia arriba (lo que en gringo se llama bottom up) y desde arriba hacia abajo (de nuevo en gringo, top down).

habrá que revisar la estrategia o cambiar el liderazgo para seguir avanzando hacia el objetivo final

En los procesos que ocurren desde abajo, la gente se va aglutinando alrededor de una idea central, que todos terminan compartiendo, y se organizan con mayor o menor formalidad, dependiendo de los recursos y de factores culturales, para crear una empresa, un partido político o un movimiento ciudadano. En el camino, designan un liderazgo, definen una estrategia y salen a marchar juntos hacia la meta, coordinados por quienes ocupen los puestos de dirección. Si, como sucede casi siempre, se presentan dificultades, habrá que revisar la estrategia o cambiar el liderazgo para seguir avanzando hacia el objetivo final, que raras veces se modifica.

Cuando la acción ocurre desde arriba, la gente no se agrupa alrededor de una idea ni de un proyecto, sino en torno a una persona. El factor de cohesión es un líder –o un pequeño grupo de dirección- que dice lo que el soberano quiere escuchar hasta que se gana la confianza, la fe o el bolsillo de la mayoría y lleva a la gente hacia el destino que la dirigencia ha decidido y que sus seguidores, aparentemente, han comprado y comparten. El destino puede ser el paraíso, la guerra o las mejoras del edificio (si es una junta de condominio).

Los procesos desde abajo son típicamente democráticos: la gente concibe el movimiento y lo lleva adelante, mientras controla al liderazgo para que no se crea –ni actúe como- el dueño del show. Por el contrario, en los procesos desde arriba el dominio de los líderes frecuentemente deriva en excesos de poder, dictaduras y mandatos infinitos, pues el movimiento le regala a unos pocos la iniciativa y espera pasivamente a que los resultados aparezcan.

Venezuela es un país de caudillos, en el que la sociedad se distingue por su bajo capital social. Esto significa que los venezolanos prefieren los procesos desde arriba, así como tienden a agruparse en clanes de amigos, parientes y allegados que buscan sus intereses particulares y se deslumbran ante los iluminados. El país, en otras palabras, es un mosaico de tribus que solo se unen cuando un rey perfecto los llama. Por eso, la unidad opositora al chavismo no se ha dado. Por eso el liderazgo es tan importante. Pero también, por eso mismo, se le regaló el país a un autócrata que lo destrozó todo ¿Que la unidad es difícil? Sí ¿Que la situación parece un callejón sin salida? Es que si fuera fácil, aún habría democracia.




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