Creo en América
una hermosa niña traviesa
que por siglos ha jugado a las escondidas
entre los bosques de la Amazonia,
y las selvas de la Patagonia.

Pequeña, que trepa los tepuyes del Roraima,
y salta hasta el cansancio
por las exuberantes cordilleras Andinas.

Carricita que corre con los brazos abiertos
por las seductoras sabanas
centroamericanas,

Cabrita, que jugando tal vez construyó las estatuas
del moál, ahí en la isla de pascua.

Ella, que un día pintó las líneas de Nazca,
y los inmensos jeroglíficos
del desierto de Atacama.
Poema…escritura sagrada de los dioses.

Y luego, ya exhausta procuró relajarse
entre las exóticas pampas, valles y montañas
extendidas por todo el hemisferio.

Creo en América,
ahijada y heredera
de las creencias y tradiciones
del gran Moctezuma,
de Atahualpa y Guaicaipuro.
Chiquilla de raza
Maya, Inca, Azteca, Caribe
Quechua, Siux o guaraní.

Muchacha que habitó el Tikal,
el Chichen Itza, el Machu Picchu,
Y que por las tardes mientras disfrutaba
del Salar de Uyuni,
se sentaba a escuchar, atenta relatos del Popol Voh,
aborigen de trazos sobre su rostro y su cuerpo.
¡AMERINDIOS! más allá de un 12 de octubre.

Creo en América,
toda una amante de la gastronomía.
Tamales, hallacas, tortillas, chicha
Casabe y más
cocidos a fuego lento
en los fogones
del Cotopaxi, del Popocateptl,
en el arenal, en el monte Pelée.
Volcanes legendarios de la región.

América, Cocinera y artesana de manos nobles,
que supo aprovechar de las pencas de agave
su riqueza para preparar bebidas
y de su fibra, hacer hilos para tejer.
Maguey “Árbol de las maravillas.

Creo en América,
radiante jovencita
que ama la naturaleza.

Que a diario con alegría
riega su inigualable jardín,
con aguas del Amazonas,
del Mississippi, del Río Bravo
del Rio de Plata, del Orinoco, del Paraná
Y otros tantos más caudales.
Venas cristalinas del continente

Creo en América
pitusa campesina
que cada mañana al salir el sol,
con sombrero, guantes y mucho corazón
se dedica a cultivar la tierra,
y recoger esas cosechas
de maíz, cacao, piña, yuca,
cacahuate, tabaco y aguacate,
papaya y chirimoya,
de guayaba, papas, tomate y ají

Creo en América,
bella moza protectora de animales,
que se deleita y admira, con el vuelo del cóndor,
El relincho de la vicuña, y la llama en la sabana,
del colorido de las guacamayas,
de la robusta presencia del bisonte,
del espléndido vuelo del águila calva,
de los pasos precisos del puma, del oso,
y el sigiloso jaguar.
Pero que también con gran pesar
llora la extinción de la guacamaya azul
Y otras especies de la región.

Creo en América,
Asi como sus aborígenes creen que el Autana,
o Wahari Kuawai, es el árbol de la vida.
Árbol dónde nacieron todos los frutos del universo.
Con un altura más allá del cielo, y en sus ramas,
toda la variedad de frutas que conocemos
principal fuente de alimento.
Corazón de la existencia.

Creo en América,
encantadora mujer, que siempre
disfruta su baño con desnudez,
bajo el imponente Salto Ángel,
bajo las Cataratas del Niágara,
en las impresionantes
Cataratas de Iguazú,
O allá en las Cataratas Kaieteur.
Quizá también en las Cataratas Virginia
Cataratas de Paulo Alfonso,
O más tranquilamente en el lago
Titicaca, o en el Lago Superior de Michigan

Creo en América,
que elegante y señorial,
le gusta caminar descalza,
para jugar con la arena y las olas.
Allá en el océano glacial ártico de Alaska,
o con aguas del Atlántico,
poblado de islas en su bravío Mar Caribe,
o según el caso,
con aguas del cálido
Océano Pacifico.

Creo en América,
madre de grandes héroes
como Simón Bolívar,
como George Washington,
como Zapata, Villa y San Martin,
Santander, Sandino y Martí.
Madre de hijos sencillos,
como tú, como yo,
y cada uno de nosotros.

Creo en América,
musa de las letras y el verso fino.
Como el de García Márquez, Benedetti
Cortázar, Violeta, Borges, Asturias
Rulfo, Rubén Darío, Whitman,
de juglares como Cantinflas
Facundo, Atahualpa Yupanqui
la negra Celia Cruz
y nuestro Aquiles Nazoa.

Además orgullosa de su máximo deportista,
nada más y nada menos que el rey Pelé

Creo en América,
la misma que se alegra
bailando una salsa, un merengue
Un tambor, un tango, una cueca
un joropo, una samba
Un reggae y un rock and roll.

Creo en América,
que como una abuela
le ha dado refugio a muchos migrantes,
y que hoy son nuestra sangre también.

Creo en América,
no solo en la del norte,
no solo en la del centro,
ni solo en la del sur
…Creo en la América toda!!!

Porque finalmente creo que América, irradia amistad, respeto, paz, solidaridad,
Y donde hoy, todas las razas, esas que se mezclaron en tiempos pasados, nos invitan a sonreír en hermandad.

Porque esta América, sin discusion alguna, es la más hermosa Orquídea
de todo el universo

Don Pío Lara




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