Como todos saben el “avestruz” es un ave perteneciente al orden ornitológico de los estrucioniformes que son unas aves de cuello muy largo y de cabeza muy pequeña. Pueden alcanzar hasta dos metros de altura, son incapaces de volar y tienen las extremidades posteriores de gran tamaño y por eso son sumamente veloces. Anidan en el suelo y ponen unos huevos de gran magnitud, se alimentan de hierbas y de pequeños insectos y, según dicen, cuando se encuentran en aprieto, suelen enterrar la cabeza en la arena para no ver el peligro.
Ahora bien, despues de esta breve y concisa descripción de las características del avestruz, la pregunta es pertinente. ¿Por cual motivo, se preguntaran ustedes, hoy digo que este es un país de “avestruces”? Muy sencillo, porque la impresión que yo percibo viendo lo que está sucediendo en Venezuela es que muchísimas personas – cada día menos pero todavía muchas – están sufriendo del síndrome del “avestruz”, o sea de esa particular enfermedad que, con un poco de fantasía etimológica podríamos llamar “avestrucis “, o sea “enfermedad del avestruz,” que lleva, igual que al avestruz, a enterrar la cabeza en la arena de la indiferencia para no tomar conciencia de los problemas dramáticos que vive el país.
Se trata de una epidemia que ha contaminado a Venezuela entera porque yo me rehuso a creer que todas esas personas que siguen apoyando a este gobierno hayan tomado conciencia de lo que está sucediendo en este país, de la inflación exponencial que reduce drasticamente el poder adquisitivo de los sueldos, de esa situación cada día más precaria que vive esta Venezuela …revolucionaria, donde hay que importar más del 90% de lo que se consume, de esa falta de seguridad donde el hampa mata a más de 130 personas todos los días, roba, asalta y secuestra a miles de venezolanos. Frente a ese cuadro poco menos que aterrador una de dos: o esa gente es tristemente víctima de un profundo e incisivio lavado cerebral y, por lo tanto es carente de personalidad, o es incapaz de pensar con su propia cabeza y sigue convencida de que los problemas de un país se resuelven regalando dinero de una forma populista… o está sufriendo de esa patología del avestruz y, con enorme falta de responsabilidad entierra la cabeza en la indiferencia y hasta en la desafección por el escenario político del país porque ya no tienen ní fé ni esperanza en el futuro. Sin embargo, ¿hasta cuando podrá durar eso y como será la reacción de esos “avestruces” cuando finalmente tomen conciencia de lo que está pasando en Venezuela y de quien es la culpa?
Desde Italia – Paolo Montanari Tigri
